En la habitación del hospital, Yuri miraba a Daleks y a Ender, que habían entrado de repente. No podía evitar sentirse desconcertada, ya que recordaba claramente haberles dicho que no vinieran. Necesitaba ponerse al día con sus estudios y no tenía tiempo para entretenerlos.
Daleks y Ender estaban vacilando, sus ojos brillaban mientras miraban a Yuri.
Reconociendo sus miradas familiares, Yuri tuvo un momento de revelación.
—¿Están ustedes dos aquí también buscando un poco de alivio emocional? —Daleks y Ender asintieron al mismo tiempo.
—Ajá. —Kilana había alabado tanto los beneficios del alivio emocional, además habían visto el cambio en el primer comandante después de que lo recibió. Estaban deseosos de probarlo. Con el aliento de Kilana, ya no pudieron resistirse más.
Y así, habían llegado.
A pesar de haber preparado todo un discurso, de alguna manera se quedaron sin palabras sentados frente a Yuri. Afortunadamente, Yuri les ayudó.