—Tuss anhelaba sumergirse en el enjambre de los insectoides, pero su fuerza se quedaba corta, y no podía penetrar sus filas. Apretando los dientes, dividía su atención entre su propia batalla y la situación de Yuri, mirándola de reojo. Había perdido sus piernas y su capacidad de combate había disminuido considerablemente. En el momento en que su atención se dividió, los insectoides encontraron una apertura. Sus garras afiladas como cuchillas desgarraron su abdomen.
—Tuss gruñó, su espada golpeando la garra ofensiva, pero el insectoide retiró su garra más rápido. La sangre fluía libremente de la herida de Tuss, pero él luchaba como si no fuera nada, todavía distraído por una figura familiar no muy lejos.
—¡Cuidado con su poder psíquico! —advirtió de repente Tuss.
No bien había hablado, cuando Yuri fue golpeada por una ola de dolor insoportable en su cabeza, casi llevándola a sus rodillas.