—¿Cómo están tan seguros de que solo hay uno? Creo que hay un montón. De lo contrario, ¿cómo es que a más de mil de nosotros los soldados nos hayan "ordenado" el "Mar de la Conciencia" en solo dos días?
—Es un buen punto. ¿Podría ser que los betas ya estén en nuestra nave de batalla?
—De ninguna manera. ¿Alguno de los betas en la nave alguna vez te ayudó a ordenar? ¿Fue así de bueno? Está a años luz de distancia.
—Shh, baja la voz. Si molestas a los betas, podrían dejar de ayudarte.
—¿Crees que podrían ser esos dos betas de nivel SS?
—Están en otra nave de batalla.
—Entonces, ¿quién es?
—¿A quién le importa? Si quieren permanecer ocultos, deberíamos ayudar a encubrirlos, no exponerlos.
—Basta con eso.
—...
El oficial Lyao, al pasar, se acarició la barbilla, sumergido en sus pensamientos.
Esa noche, Yuri escuchó otro golpe contra la pared. —Espera, estoy segura de que he ordenado a todos los soldados en esta nave —se sentó abruptamente, murmurando.
