Una garra colosal penetró el casco de la nave espacial con facilidad.
—¡Maldita sea, mi nave de batalla!
Dentro de la nave de batalla, el sargento rugió de ira. Sus ojos feroces brillaban de desesperación mientras ordenaba:
—Todos, salgan de aquí. Voy a volar esta nave para darle un golpe final.
Al escuchar esto, las otras naves espaciales y mechas se retiraron rápidamente, tratando de disuadirlo:
—¡No seas imprudente! Ve a la cápsula de seguridad. Todavía podemos hacerla estallar desde aquí.
—Un capitán se hunde con su nave. Si alguien se atreve a dañar mi nave de batalla, lo va a pagar. Adiós a todos.
—¡No, no lo hagas!
—¡BOOM!
La explosión de la nave de batalla de tamaño mediano iluminó todo el sistema estelar.
Yuri giró la cabeza hacia el lugar de la explosión. Todo lo que podía ver eran llamas furiosas y una masiva criatura insectoide en medio del fuego.
