Día cuarenta y uno...
—Te amo, Nate... —esas palabras hicieron que Nathan se detuviera en seco. Su corazón saltó un latido. ¿No estoy alucinando? ¿Esas palabras vinieron de ella? Se giró para ver su rostro.
Abigail se encontró con su mirada. Esas palabras simplemente salieron de su boca de forma natural. Le preocupó ver a Nathan alejarse. Estaba furioso y parecía desanimado. Abigail tenía que decir algo para atraerlo. Terminó confesando sus sentimientos.
Incluso ella misma se sorprendió al pronunciar esas tres mágicas palabras. Esta era su primera declaración de amor por Nathan. No podía ocultar sus verdaderos sentimientos hacia él. Después de descubrir la verdad de que Nathan era su amigo en línea antes, su odio hacia Nathan se disipó lentamente.
—¿Qué acabas de decir? —Nathan le preguntó nuevamente. Aún estaba confundido, pero su corazón ya latía aceleradamente en su pecho. Le preguntó si amaba a Dave, pero ella respondió otra cosa.
