Día Veinticuatro…
~~*****~~
Abigail se quedó helada en el momento en que sintió sus cálidos labios presionando contra los suyos. Nathan aprovechó esta oportunidad para profundizar el beso, mordisqueando alternativamente sus labios inferiores y superiores.
La lengua de Nathan se lanzó hacia adelante, trazando la superficie de sus labios y urgiéndolos a que se abrieran para él. Su pulgar e índice pellizcaron su mandíbula, forzándola a separar los labios.
Incapaz de resistirse a su aspereza, Abigail abrió la boca y dio la bienvenida a la lengua de Nathan. El shock había desaparecido hace tiempo. Fue reemplazado por excitación y anticipación.
«¡Maldición! Este diablo besa tan bien. Me he vuelto adicta a su beso» absorbió Abigail, sintiéndose indefensa.
Badum! Badum!
Su corazón latía aceleradamente y su estómago revoloteaba. ¿Era esto anhelo por él o su deseo oculto?