Cheryl parpadeó, luego volvió a parpadear, separando los labios cuando su mirada cayó sobre la pantalla. De repente, las lágrimas inundaron sus ojos plateados. Su labio inferior temblaba. Antes de que Lu Yizhou pudiera reaccionar, ella se había lanzado sobre él y gritado:
—¡Papito!
La respiración de Lu Yizhou se entrecortó, tanto por el impacto del peso de Cheryl como por la sorpresa, extendiendo los brazos instintivamente para estabilizar a la niña en su regazo. Él tenía sus propias dudas pero... confirmar la verdad era otro asunto completamente diferente. De repente recuperó la cordura cuando recordó que la habitación estaba bajo vigilancia. ¡Sin mencionar que no le había dicho a Moshe cómo habían tenido una hija en otro mundo, qué pasaría si la persona detrás de la cámara no era Moshe mismo! Lu Yizhou no podía correr el riesgo.