—Aviso: juego de impacto *tos*
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De la tendencia que su amante había dejado entrever algunas veces en el pasado, Lu Yizhou dedujo que él tenía un "interés" especial en dominar a los demás. Mientras que Lu Yizhou estaba perfectamente dispuesto a ceder el control, su amante no parecía estar listo para dar el último paso.
Por eso, cuando Moshe le hizo trizas la camisa, reduciendo el material costoso en jirones pegados a su cuerpo, Lu Yizhou parpadeó, el dejavu lo invadía en oleadas. No había ninguna vacilación en el movimiento de Moshe, era decisivo, preciso y determinado. La ira ardía dentro de sus ojos dorados tan brillante como presenciar la erupción de un magma milenario, feroz e imparable. En ellos también había un destello de locura que Lu Yizhou solo había visto en Jillian cuando este último prometía el infierno a su enemigo.