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—Sí, Yizhou. Es él, ha sido confirmado por más de un anciano. Por las secuelas de la escena, es obvio que Heimo y el inmortal estuvieron involucrados en una lucha destructiva. No hay manera de que él no haya resultado gravemente herido por eso. Quiero que persigas su rastro y lo elimines de una vez por todas. ¿Puedes hacerlo, Yizhou?
Se formaron líneas entre las cejas de Lu Yizhou. —Si me niego… —dijo Lu Yizhou.
—Si te niegas —continuó el Líder de Secta Ling con una expresión calmada—, estoy planeando entregar la tarea a ese muchacho Shan. Su cultivo ha mejorado a pasos agigantados últimamente.
Lu Yizhou apretó los puños bajo la mesa hasta que sus nudillos se volvieron blancos. De ninguna manera. Jodidamente no. No dejaría que el protagonista masculino se acercara a Heimo. Inhalando profundamente, Lu Yizhou trató de añadir un matiz de reluctancia a su tono para enmascarar su ansiedad. —Este discípulo lo aceptará —afirmó.