Después de Bianca, el médico real dio una desafortunada noticia: que la salud de Oliver no le permitía quedar embarazado nunca más. Casi fue un milagro lo bien que había ido su primer embarazo y no podían garantizar lo mismo para el segundo. Solo si eso sucediera, lo cual era casi imposible.
Oliver estaba desconsolado, había estado esperando con ilusión darle a su Alfa muchos hijos, o al menos quería darle a Bianca un hermanito o hermanita con quien jugar.
Le costó a Lu Yizhou un poco de esfuerzo de su parte convencer a Oliver de que no necesitaba nada más. Que su pequeña familia ya era más que perfecta. Oliver parecía registrar el consuelo, pero Lu Yizhou aún lo sorprendía a menudo soñando despierto mientras empacaba los pequeños calcetines y babero de Bianca que ella ya no podía usar.
Lu Yizhou no tuvo otra opción que reclutar algo de ayuda.