Fu Yu Sheng solo tenía un pensamiento en su mente y ese era —¿Qué diablos?
—¿La suerte se puede arrebatar? —preguntó mirando completamente desconcertado, finalmente logrando controlar el auto aunque no dejó exactamente que se saliera de control, lo aceleró accidentalmente. Esta noche, tal vez todas las visiones que tiene sobre este mundo se romperán— su esposa era una exorcista y su cuñada era una sanguijuela... Guau, seguro que se casó con una familia super— excepcional.
Song Yan no sabía qué estaba pasando por su cabeza, simplemente asintió y con expresión seria continuó —Así es, Song Lan y su madre nunca debieron tener la vida que están viviendo y si no fuera por arrebatar la suerte de las personas, nunca habrían llegado tan lejos. La vida que están viviendo está basada en la suerte de otros, no en la suya.
Las cejas de Fu Yu Sheng se alzaron. —¿Nunca debieron llegar tan lejos?
