Hace dos días,
Tras una serie de investigaciones, nuestro estimado Príncipe Élfico Odom llegó a una abrupta comprensión de un problema urgente. Su tribu había sido obligada a ayudar a la Rosa Negra en la erigir una barrera de bloqueo de información cerca del Domo Celestial.
Esta acción, lamentablemente, dejó a la Ciudad Domo Celestial aislada y vulnerable a un ataque de los demonios abisales...
Esto inevitablemente despertó sospechas en la mente de Odom. A su juicio, la Familia Rosa Negra pretendía disciplinar al Hijo del Destino, para persuadir a su Imperio Noche Nívea de ocultar su disputa con el Imperio Sadik. Pero, ¿cómo se impartiría esta lección?
¿Sería similar a cómo habían sido tratados su propia tribu Elf? ¿Una buena paliza para promover un mejor comportamiento?
—Probablemente... una paliza hará el truco... —especulaba Odom,