—¿Realmente quiero matar al Elegido? —se preguntó.
—Después de todo.
—He estado esperándolo durante tantos años, y no fue fácil finalmente verlo...
—¿Realmente quiero matarlo? —volvió a cuestionarse.
—No, no matar, sino someterlo a la prueba...
—hacer que cambie su naturaleza arrogante y egocéntrica, alterar su percepción del mundo y cómo trata a quienes lo rodean.
—Dejar que esta Persona, Xue Tianao se convierta en un verdadero Elegido, no solo alguien que lleva el título y actúa imprudentemente... —pensó detenidamente.
Ella encontró que no tenía otra alternativa que proceder con la prueba, y para asegurar su éxito, la presencia del Elegido era absolutamente crucial.
No importaba cuán detestable pudiera ser este Protagonista, ni cuán profundamente hubiera herido a su hija...
El objetivo de esta operación era iluminar a todas las facciones en el continente, pero más importante aún, iluminar a los Protagonistas.
Al menos, eso es lo que Yumo se convenció a sí misma.