Al principio, pensé que estaría cerrado con algún sistema elaborado, ya sabes, para poder fingir ser un agente secreto o algo así. Pero no lo estaba. Había una pequeña manija para deslizar la puerta abierta.
También, al principio, pensé que era una puerta que conducía a una escalera secreta dentro del pilar, ya sabes, para poder sentirme como un aventurero, como uno de los pasajes secretos que Natha me había dicho antes, el cual no me había mostrado ni un poco, por cierto.
Pero no. La puerta conducía a... bueno, un espacio dentro del pilar; un armario circular sin iluminación. Afortunadamente, era más o menos un sacerdote, así que podía conjurar una bola de luz para usar como antorcha. Agachándome bajo la escalera circular, metí la cabeza dentro del espacio para mirar alrededor.