—¿Cuándo es la prueba? —pregunté mientras Natha finalmente conseguía su desayuno.
Todavía estábamos en la oficina, porque para demostrar que la vida seguiría adelante, el Señor aún debería estar trabajando. Pero Natha no me dejaba regresar a los cuartos ni visitar a Izzi en la torre de investigación.
Él quería que estuviera allí, con él, punto.
—Año Nuevo —respondió Natha secamente.
—¿Qué, en el Año Nuevo?! —gritó Arta, atónita—. ¿¡Están locos?!
Natha negó con la cabeza y tragó la comida en su boca antes de responder.
—El último día del festival.
—¿Festival? —Tomé una uva del tazón de frutas de Natha y la metí a mi boca. ¿Habría otro festival? Intenté recordar el calendario del reino.
—Ah... ¿la bendición?