Kendall podía oler a Rick; había al menos dos tipos de perfume de mujer en él. También podía ver un chupetón ambiguo en su pecho, expuesto por su camisa abierta. Junto con el cuerpo tensamente subconsciente de Faye y la tensión en su mirada, Kendall podía adivinar intuitivamente los pensamientos de Rick.
Su negativa era obvia. Esperaba que este hombre captara la indirecta y no la molestara más.
—Hermana Kendall es tan graciosa —Rick sonrió, apoyando su puño en sus labios. No estaba enojado ni avergonzado. Su excelente apariencia atraía a muchas mujeres que pasaban a mirar.
Después de reír, abrió los ojos con un tono serio —Sin embargo, no lo llamo 'entablar conversación'. Como dice el dicho, una dama bella es el deseo de un caballero. Me enamoré de ti a primera vista y quería perseguirte. Hermana Kendall, ¿no podrías compadecerte de mí y darme una oportunidad?
A veces, los hombres francos tienen más probabilidades de ganar el favor de las mujeres que los hipócritas.