Al terminar la conversación Quentyn salió de la taberna seguido de los guardias encargados de su seguridad. Fue un guardia recién salido de la adolescencia el primero en dirigirle la palabra.
-Mi principe, ¿ que fue lo que hablo con aquel hombre?
- Subamos primero al carruaje para hablar en privado.
-Como usted ordene.
El silencio cobró vida hasta llegar al carruaje donde solo el príncipe y el guardia subieron tras dar una simple orden.
-Pon rumbo a palacio con la mayor velocidad posible.
El interior del carruaje era lo bastante espacioso como para que tres hombres adultos se pudieran echar en el suelo sin mucha incomodidad, las telas y los asiento lucián de la mas alta artesanía reservada solo para unos pocos privilegiados.
El joven príncipe parecía una estatua meditando sus pensamiento dejando un aire de incomodidad, no fue hasta que el propio príncipe habló que se relajó el ambiente.
-La suerte es curiosa mi viejo amigo.
El guardia que solo se llevaba unos años de diferencia con el sabía de sobra que un plan se estaba preparando en su cabeza, al ser un quinto hijo de una familia menor se podría decir que básicamente fue vendido a los Martell para ser criado como un perro guardián, el no había sido elegido para servir a la princesa heredera de Dorne, en cambio fue dado al príncipe Quentyn como compañero y protector. No es que el mismo odie su vida, todo lo contrario se sentía agradecido de poder servir a alguien como Quentyn. El príncipe se podría describir como alguien noble y recto, si bien no había heredado como su hermana el intelecto maquiavélico de su padre como su hermana, el propio Quentyn era alguien digno de servir por derecho propio.
-¿Lo dice por el hombre con el que habló en la taberna?
-Si, es alguien muy interesante.Responde honestamente, ¿qué impresión te dio?
El guardia se tomo un momento para pensar su respuesta antes de contestar.
-Me pareció un hombre bastante astuto, se hizo con la taberna rápidamente para no ser molestado por su extraña apariencia, como guerrero me dio la impresión de ser alguien diestro con mucha experiencia, no se si lleva dos espadas para dar alarde pero no creo que pueda yo ni nadie de la guardia pueda derrotarlo de frente, pero con una emboscada es posible aunque el lobo será un problema si no se elimina rápido.
El príncipe le dio una sonrisa antes de hablar.
-Eres alguien observador como siempre, ese hombre es el hijo de la difunta Ashara Dayne y el actual guardián del norte.
El guardia abrió los ojos en sorpresa un segundo sin perder su formalidad.
-¿Está seguro?-pregunto con duda.
-El mismo me lo confirmo, ademas de que muchas cosas cuadran con la información que se sobre el, ademas el lobo blanco lo destaca demasiado como para ocultarse.
-No entiendo mucho pero confío en usted.
-Esto puede ser útil para mis planes, la casa Dayne tiene un problema de sucesión y con el puedo ponerlos en deuda.
-Con perdón mi principe, pero cualquiera que escuche esto puede pensar en usurpar en trono de Dorne.
-Por eso solo hablo contigo, con el estado actual solo un idiota pensaría en dividir su patria, amo demasiado Dorne para hacer eso.
El príncipe calló un momento al contemplar desde la carroza todo lo que había a su alrededor.
-Además tengo que asegurarme de que tu y los que me siguen tengan una buena posición cuando mi hermana ascienda al trono, me vale con tener un trozo te tierra donde pueda leer y disfrutar una vida llena de paz.
-¿Cree que su hermana planea deshacerse de usted?
-Es una forma de verlo, políticamente hablando casarme con alguien de fuera beneficiaria a Dorne y la familia real con una alianza, pero me niego a abandonar esta tierra. Todo lo que soy y todo lo que quiero esta aquí, prefiero quitarme la vida a dejar Dorne.
-En ese caso supongo que le acompañare en el otro mudo, me resultaría aburrido no seguirle en sus aventuras.
-Eres demasiado leal, mejor vive mucho tiempo y ten hijos tan útiles como tú.
-En ese caso usted debe vivir para verlo, además si puedo adivinar parte de su plan creo que me voy a reir mucho.
-¿Tanto odias la Dark stark?.
-Me parece un fanfarrón inútil sin ninguna cualidad salvable salvo su cara.
-¿Te parece atractivo ese mierdas?
-No me gustan los hombres, pero reconozco que su apariencia resulta agradable para las damas.
-¿Entre él y hombre de la taberna cual crees que es mejor.?
-Son cosas diferentes, Darkstar es mas refinado, pero el otro tiene el atractivo de una fiera, parece que podría devorarte con solo una mirada.
-Sabes que puedes ser sincero conmigo, si tienes esas inclinaciones no voy a juzgarte.
-Nunca puedo saber como hablar con usted alteza, pero creo a la princesa Arianne le gustara mas el bastardo físicamente.
-Bien, si Arianne lo apoya todo será más fácil, por suerte Sir Arthur se esta quedando un poco más en Dorne después de que la familia real marchara a desembarco para proteger a la princesa Daenerys con Ser Barristan.
-Sigo sin entender por la princesa llego justo después de la salida de la familia real.
-No quieras entender a esa mujer amigo mío, te volveras loco.
-Como usted diga.
El resto del camino fue un viaje tranquilo hasta el palacio donde nada mas llegar pregunto por la Sir Arthur a las sirvientas.
Fue fácil localizar a la guardi real ya que siempre estaban con la princesa, actualmente estaba tomando un té en el jardín acuático.
...........
Daenerys disfrutaba de una taza de Te intentando calmar sus nervios, para ella había sido difícil esta separada de Rhaenys por su partida hacia Dorne, durante muchos años ellas dos habían sido un lugar seguro la una para la otra debido a su especial situación. Desde pequeña siempre tuvo miedo de llevar la locura de su padre dentro, ella nunca lo había conocido, pero sabía los traumas que había causado en su amada madre.
Ese miedo solo empeoró cuando empezó a tener sueños tan reales que era difícil diferenciarlos de la realidad, por una parte se sentía agusto y protegida soñando con un hombre de cabello negro que le daba una felicidad que nunca había experimentado. Con el paso de los días cada vez ansiaba mas tener esos sueños, fue tanto su ansia que su madre no paraba de traer a maestres para identificar la causa de la somnolencia de su hija, fue una época dura, pero todo cambió cuando ella y Rhaenys comenzaron ha contarse sus sueños, no eran sueños, eran reales.
El punto de inflexión llegó cuando tuvo sus dos últimos sueños con el, el primero era de Jon con un dragón azul zafiro no muy grande volando bajo la nieve, era una vista magnifica propia de los cuentos de héroes, pero para ella el sueño mas importante era el ultimo antes de partir a Dorne, ella se vio junto a Jon en el Jardín del agua con muchas joyas mientras Jon le entregaba una especie de tabla dorada, rápidamente tiró de sus conexiones y favores para que su madre la mandase a Dorne, la excusa fue simple y en parte fue gracias a su madre que le había rogado al rey hace muchos años para que ella pudiese elegir su matrimonio y no sufrir como ella.
Hola os dejo un adelanto de lo que viene enseguida, como los siguientes capítulos planeo hacerlos largos he querido quitar algo de paja. tengo muchas ganas de escribir la siguiente parte. Un saludo momonga-sama. Dejad vuestro me gusta y más comentarios.