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Chapter 36 - Cap36:La barca

Movía mi cuerpo entre las sábanas mientras era llevado a mi actualidad. Miré un momento la habitación; estaba oscura, pero al poco tiempo me acordé de la razón. Así que me levanté, quité las cobijas que usé para tapar la ventana, miré a través de ella e, incapaz de ver el sol, asumí que estaba en su punto más alto.

—Y yo aquí sin siquiera comer.

Con eso en mente, decidí preparar mi desayuno, como siempre, para poder soportar el día de hoy. Así que tomé el serrucho que hice el día anterior y puse mi mana en él. Yo usaría la magia de reforzamiento para luego lijar los dientes y poder hacer mi barca más rápida. Una vez que reforcé el serrucho, ahora iría a usar la lima; para ello fui y tomé una que estaba escondida en la cocina. Acto seguido, inicié a afilar los dientes de manera individual.

—Así que mis acciones generaron protestas.

Inicié a analizar lo que hice en el pasado. El gobierno seguro no intentó ir agresivo con la gente porque, de hacerlo, destruirían su imagen, quedando como dictadores. Pero, en cambio, pusieron precio a mi cabeza con tal de evitar que pudiera moverme libremente, aunque revelar los crímenes del gobierno seguro haría que fueran criticados por otros gobiernos, incluso si ellos quisieran lo mismo.

—Pura apariencia y nada de transparencia.

Al final, mis acciones forzarían al gobierno a retroceder y tal vez podría ganar el apoyo de otros países. Tal vez, gracias a esas cosas, fue que terminamos en donde estamos: un mundo donde la magia es lo normal.

—¡Sí que han existido cambios!

Con eso en mente, miré el serrucho que tenía en mis manos. Ya lo había afilado completamente.

—Es hora de tratar la madera.

Me levanté haciendo crujir la madera del suelo, luego abrí la ventana viendo el clásico bosque que me ha estado acompañando durante este tiempo. Este sitio sin gente, pero con varias bestias. Con mi serrucho, me acerqué a la madera que había dejado el día anterior e inicié a cortarla. Mas yo no contaba con que sería tan difícil. Cada vez que intentaba mover el serrucho, se movía el tocón de madera que había cortado.

—¡Maldición! Veamos si esto es de tu talla.

Cansado de no lograr hacer funcionar mi serrucho, inicié a improvisar. Si necesitaba que se quedara quieto, haría una nueva manera. Así que usé una cuerda con la que amarré el tocón de madera a un árbol e inicié a mover el serrucho, consiguiendo un mejor avance. Mas me detuve al llegar a la mitad porque ahí estaba la cuerda. Así que volví a poner el serrucho en la cima e inicié a cortar de nuevo hasta la mitad. Ahí giré el tocón 180 grados con tal de cortar desde abajo y completar la tabla. Luego de unos minutos logré sacar mi primera tabla.

—No hay nada mejor que trabajar con la herramienta adecuada.

Con eso en mente, continué cortando la madera hasta lograr tener suficiente para mi barca improvisada.

—Ahora, con esto debería usar clavos.

Con algo de ingenio, decidí enterrar un esfero unos tres centímetros y luego inicié a usar la magia de creación con la que se hicieron los clavos. Luego los reforcé con la magia de refuerzo. Puse mis tablas donde consideré que funcionarían, pero también decidí mantener un gran espacio para asegurar que funcionara el principio de Arquímedes. Yo no comprendía del todo su funcionamiento, pero sí sabía que debía tener un espacio hueco, lo que permitía la flotabilidad. Si quieres mantenerla flotando con mayor peso, debes tener un mayor espacio de aire. Con eso en mente, decidí que mi barca mediría dos metros y medio. Coloqué mis tablas para finalmente tomar una piedra y, con los clavos, unir la madera hasta tener mi barca lista.

—Pensé que se vería mejor.

El pedazo de madera que flotaría era puramente rectangular porque no intenté darle algún estilo, pero al menos ahora sabría si valía la pena. Así que fui al río donde coloqué mi barca y me subí a ella. Debía aprender a manejarla antes de siquiera rodear la isla. Al entrar, la barca se hundió un poco, pero no lo suficiente para sumergirla totalmente. Así que decidí confiar en ella entrando del todo. La barca se giraba de lado a lado, pero sería manejable con la práctica suficiente. Usé un remo que abarcaba de lado a lado con tal de moverme e inicié a usarlo, moviéndolo con fuerza y velocidad, esperando lograr avanzar rápidamente, pero solo me moví a un lado.

—¿Eh? ¿Por qué?

Así que decidí cambiar de enfoque. Lo haría lento con tal de comprender qué estaba pasando. Di mis movimientos lentamente mientras miraba hacia dónde se movía mi barca. Al poco tiempo, inicié a notar detalles esenciales.

—La corriente del agua... Debo aprovecharla e impulsarme con ella.

E inicié a moverme. Al fin podía avanzar, así que continué mientras intentaba mantenerme siguiendo la corriente, pensando en mi pasado.

—Otros seres... Supongo que de ahí vienen esos libros.

Esa gran cantidad de razas no me había interesado, pero supongo que fue parte del intercambio cultural lo que impulsó esos libros. Realmente, yo no sabía casi nada del mundo de ella ni ella del mío. Se supone que viven 500 años. ¿Cuántos tenía cuando nos conocimos? ¿Cómo se adaptó a este mundo? ¿Siguió siendo una princesa? Desearía ahora poder recordar todo, aunque sabía que lo lograría. Tenía una extraña sensación, como esa que te da cuando sientes que hay algo mal, pero no puedes identificarlo. Más, ¿cuál sería ese algo? Yo no lo identificaba todavía, así que tendría que esperar mucho más para poder ir a verla si seguía por ahí viviendo. Ojalá esté siendo feliz.

Con eso en mente, seguí moviendo mi barca mientras me desplazaba de lado a lado siguiendo el río hasta que me acerqué a un lugar peligroso: era la cascada de cuando me enfrenté a la manada de lobos.

—¡MIERDA!

E inicié a mover mis remos lo más rápido que podía hacia una dirección. Debía dar la vuelta y salvar la barca antes de que cayera y me hiciera perder todo mi tiempo invertido. No quería hacer otra barca mañana, así que debía salvarla hoy. Enfoqué mi magia de vitalidad, con la que fortalecí mis brazos, e inicié a moverlos mucho más rápido que antes. El barco giró.

—¡SÍ!

Pero el impulso se mantuvo y pasó de largo, dejando a mi derecha la cascada mientras la corriente me llevaba. Mas no me detendría. No quería perder, así que usé el remo para girar hacia la izquierda, aunque decidí hacerlo un poco más lento. Finalmente, quedé con la cascada atrás de mí, la cual solo rugía como si fuera a devorarme. Volví a remar con fuerza intentando impulsarme. Pero era tarde. No lo hice en el momento adecuado y, por ello, terminé cayendo.

—¡AAHHHH!

Gritaba, pero debía encontrar alguna manera de aguantar lo que ahora me pasaría. Así que sacrificaría la barca por completo. En un intento desesperado, agarré la madera que apuntaba hacia la cascada e, impulsándome en ella mediante la magia de viento, frené un poco mi caída, reduciendo mi velocidad, pero no la de la barca, lo cual era necesario. Me paré encima y logré que la barca recibiera todo el golpe contra el agua, mientras yo, con magia de viento y vitalidad, absorbía el golpe aprovechando que la magia de vitalidad permitía curarme. Cuando llegó el impacto, ocurrió justo como quería. La barca se destruyó, pero salvé mi vida.

—¡JAJAJA... AHWFs!

Pero el gran genio que soy olvidó que estaba bajo una cascada, así que el agua me caía encima. Con mi magia de viento, usé una corriente de aire con la que me moví mientras curaba mis piernas y movía mis brazos para llegar a la orilla del río. Una vez ahí, me quedé mirando el cielo. Había fracasado intentando salvar mi barca, pero al menos ya sabía cómo hacerlas para la próxima vez. No debí ser tan terco intentando salvar una herramienta antes que mi vida.