Hogwarts, Día de la elección de campeones - a la mañana.
Amaneció en la Escuela de Brujería y Hechicería de Hogwarts, nuestro trío dorado estaba disfrutando de un delicioso desayuno, junto con el resto del colegio, el plantel docente y los embajadores de los demás colegios y del ministerio.
Justo cuando el último de los estudiantes entró corriendo por la puerta del Gran comedor, esta se cerró con un fuerte estruendo, ocasionando que todos voltearan sorprendidos.
Los profesores residentes, ya acostumbrados, voltearon a mirarse entre sí, como si estuvieran debatiendo quién tendría el "honor", confundiendo a sus contrapartes extranjeras.
El profesor Flitwick suspiró y luego de lanzarle una última mirada anhelante a su café, bajó de su asiento y se dirigió rápidamente hacia los gemelos Weasley, lanzando algunos hechizos protectores a los chicos de primer año a las cercanías junto con su persona. "Nunca está de más la precaución" pensó el medio duende.
Al llegar a la mesa de Gryffindor, alzó ligeramente la voz:
- Señores Weasley ¿Podrían hacer que Peeves abriera las puertas nuevamente? Apenas son las 7 de la mañana
Los gemelos Weasley rápidamente aclararon que no había sido ocurrencia suya, y por primera vez en mucho tiempo el profesor de Encantamientos se encontró con que estaban diciendo la verdad.
Luego del desastroso incidente de los chicos en su segundo año, que involucraba el alijo de té especialmente elaborado de Snape y McGonagall, ambos habían acordado esperar a que la mayoría de la facultad hubiera terminado su primera taza antes de siquiera pensar en hacer alguna broma. Sin aviso previo al menos. (sí, los profesores eran conscientes de todas y cada una de las bromas de los gemelos a lo largo de los años, ventajas de vivir en un castillo mágico gran parte del año, pero siempre y cuando respeten el pacto y no dañen a nadie, habían prometido hacer la vista gorda)
"Hasta el día de hoy los gemelos nunca han roto su palabra, por lo que probablemente esto sea cosa de Peeves". Pensó agotado el pequeño profesor.
Al ver que no era cosa de los gemelos, se disculpó y fue a intentar abrir la puerta con un atisbo de esperanza, solo que para luego de varios intentos aún encontrarla firmemente cerrada.
Ya previendo el largo día por delante, volvió a la mesa de la facultad, atrayendo consigo más y más miradas de los estudiantes y luego de sentarse en su lugar y terminar su taza de café de un trago, dijo en el tono más neutral posible:
- Está bloqueada
Eso levantó algunas cejas entre los profesores, los invitados se veían aún más confundidos, a excepción de Percy que simplemente se limitó a suspirar y disfrutar de su desayuno, aunque Karkaroff parecía tener una pequeña luz de diversión en sus ojos.
- Necesitaré tu ayuda Alastor - Continuó Flitwick
El hombre de la pata de palo bufó burlonamente y se dirigió a la puerta del gran comedor, luego de unos cuantos hechizos y algunos golpes ligeros con su bastón, se dio la vuelta y con paso decidido recorrió todo el pasillo entre las mesas y fue a la cámara que se encontraba a un lado de la mesa de profesores.
Esto preocupó a los profesores que lentamente comenzaron a dejar sus desayunos, Snape estaba detrás de Moody mientras McGonagall compartía miradas preocupadas con Dumbledore. Los susurros comenzaron a esparcirse entre los alumnos, quienes comenzaron a dejar sus platos y miraban nerviosos por donde había ido el profesor de Defensa de ese año.
Pronto volvió a aparecer Moody quien sin hacer caso a las miradas que le lanzaban todos, rápidamente lanzó varios hechizos a las ventanas y cuando no parecían hacer nada decidió simplemente lanzar una bombarda al ventanal detrás de la mesa de profesores.
Esto hizo que todos salieron corriendo rápidamente de sus asientos, mientras Dumbledore lanzaba un Protego hacia aquellos más cercanos a la mesa principal.
Sin embargo, no hizo falta, ya que no se produjo ninguna explosión, el hechizo simplemente se estrelló en los vidrios, como si hubiera lanzado un huevo a una piedra, ni siquiera quedaban rastros de él.
- ¡¿Puedo saber el motivo de esto Alastor?! - preguntó airada McGonagall sus ojos centellando detrás de sus gafas
- Estamos atrapados, las entradas y salidas están todas bloqueadas - habló calmadamente Alastor sin mirar directamente a los ojos del subdirector, aunque su ojo mágico continuaba girando en todas direcciones buscando una solución.
Esto despertó un pánico en la multitud, quienes comenzaron a correr hacia las puertas, para comprobar lo dicho, fue una suerte que los primeros tres años estuvieran lejos de las puertas o simplemente ocurriría un incidente, aunque eso no evitó algunos moretones y raspaduras.
...
¡Estallido!
...
Todos se callaron y voltearon a ver al Director quién había hecho sonar su varita como petardos.
- Por favor, todos vuelvan a sus lugares, sé que están nerviosos, pero disfruten de su desayuno, no queremos que todo el esfuerzo que pusieron en ellos los elfos, se eche a perder, ¿verdad? - instigó Dumbledore a la multitud
Reticentemente y un poco avergonzados, los estudiantes volvieron a sus lugares y comenzaron lentamente a comer sus desayunos, aunque a diferencia de lo habitual, las charlas vivaces se convirtieron en murmullos susurrados y miradas preocupadas. Ni siquiera los gemelos se habían atrevido a comentar nada luego de la exhibición de Moody.
Rápidamente, McGonagall, Flitwick y Dumbledore se pusieron a revisar sus alrededores con las varitas fuera, las ventanas, el techo e incluso el piso no se salvaron de su inspección.
Sprout, Trelawney, Madame Maxime y Sinistra fueron a revisar a los alumnos, asegurándose que no volvería a ocurrir nada como el atropello anterior.
Los prefectos también se pusieron a ayudar a calmar a los de primer año al ver lo asustados que se encontraban.
Moody guio a Hagrid para que intentara abrir las puertas usando su fuerza bruta, luego de que su segundo intento de Bombarda fuera detenido por la mirada de advertencia de Dumbledore.
Snape finalmente salió de la cámara lateral, se detuvo un momento al ver el desastre en el que termino convirtiéndose en su mesa, luego a Percy Weasley que estaba ocupado tratando algunas heridas menores de los estudiantes ignorando la tostada con mermelada que tenía pegada en la espalda y lo que parecia ser restos del huevo revuelto de McGonagall adornando su pelo, el pelinegro se felicito mentalmente por su decisión de salir del lugar y fue a hablar directamente con Dumbledore.
- ¿Encontraste algo Severus? - pregunto Dumbledore al verlo acercarse
Los otros profesores también se acercaron para oír al Maestro de Pociones residente.
- La Red Flu está casi-inservible, no podemos salir, ni hacer llamadas, los puntos de aparición están bloqueados, los trasladores simplemente desaparecen, incluso llamar a un elfo doméstico resulta en vano, no aparecen a menos que pidas comida o agua y se niegan a intentar trasladar a alguien, el Patronus no va a ningún lado, y cualquier encantamiento o maleficio solo desaparece en las paredes. Ni siquiera el Barón puede aparecer- resumió rápidamente Snape en voz baja, con el ceño fruncido, haciendo alusión al colgante que llevaba cada jefe de casa para contactar al fantasma de su casa.
Después del problema de la Cámara de los secretos, ese había sido un método que los profesores decidieron implementar por si acaso. Ya sabemos lo que dicen sobre las coincidencias, ¿no?
- Ya veo, tampoco puedo sentir a los demás fantasmas.
Algunos profesores tosieron avergonzados, porque no se les había ocurrido llamar a un elfo doméstico.
- ¿Qué ocurre, Dumbledorre? - preguntó Madame Maxime con confusión, volteándose a ver a su contraparte británica.
- Al parecer, mi querida Señora, estamos encerrados, desconozco que pudo haber accionado las salas de Hogwarts - dice Dumbledore con un poco de esfuerzo mientras trataba de hacer cumplir su voluntad como director de Hogwarts sobre las salas.
- ¿No tienes control sobre tus propias salas Dumbledore? - se pregunta entrecerrando los ojos "astutamente" Igor Karkaroff saliendo de entre los estudiantes de Durmstang donde se había refugiado luego del "ataque" de Moody a las ventanas.
- Director - dice Snape, acercándose al grupo reunido nuevamente mientras mantenía firmemente agarrada su varita, oculta entre los pliegues de su túnica. - No hemos podido identificar ningún maleficio en las puertas tampoco.
Al escuchar esto, la mirada de Dumbledore se aligeró sutilmente.
- Entonces podemos estar seguros de que lo que ocurrió aquí fue realizado por el propio Hogwarts y no por Peeves como creímos anteriormente
- ¿Perdón? - preguntó Madam Maxime confundida, mientras Karkaroff solo volteaba los ojos harto de las tonterías del viejo
- ¿Hmm? ¡Oh! ¡Claro! Bauxbatons y Durmstang abrieron recientemente sus puertas - dice Dumbledore, si es que 1000 años de antigüedad podría llamarse reciente - así que es normal que no lo sepan, pero al pasar varios siglos absorbiendo los rastros de magia que desprenden los magos y brujas más jóvenes y sin entrenamiento, Hogwarts fue, con el tiempo, desarrollado conciencia propia, se podría decir que es un castillo con personalidad.
Ante lo ultimo Dumbledore termino soltando una pequeña risita, riendo de su propia broma, lo que hizo que Karkaroff volviera a girar los ojos
- ¿Un castillo viviente? Dumbledore no subestimes nuestra inteligencia, si bien la magia es increíble, no es posible que creamos que el castillo está vivo, solo son cuentos para niños - farfullaba Karkaroff negando la cabeza
- Lo que no comprendo es que hizo que las salas decidieran encerrarnos - comenta Snape, como si Karkaroff no hubiera hablado.
Toda esta conversación fue escuchada por todos en el gran salón, debido al silencio que reinaba en el lugar, los murmullos no se hicieron esperar, los estudiantes ya no sabían que hacer, el desayuno ya se había acabado y aún estaban encerrados en el gran comedor. , lo que no es malo, ya que no había clases, pero lo que sea que haya sido esto ¿No podría haber esperado a que solo estuvieran los profesores?