El comienzo de una casi extinción masiva comenzó un día aparentemente normal, o bueno, lo más normal que podría ser después de la guerra.Estaba a unos metros del agua viendo como amanecía, la espuma del mar reflejaba el cielo estrellado que poco a poco iba desapareciendo con la luz del alba.Sinceramente me hubiera quedado enterrado en las sabanas, descansando de las pasadas batallas, como hacia habitualmente desde hacia casi dos meses, pero para soñar como se peleaban legiones enteras por mi cabeza, muertes, sangre y noches en vela prefería no dormir.¿Por qué se pelearían legiones enteras por mi cabeza? Bueno, mejor comenzar por el principio.Me llamo Jacob Voltar. Y mis problemas no tienen un comienzo definido, podría comenzar por cualquier punto de mi miserable existencia para probarlo. Siempre fui considerado un niño algo problemático, mis padres ya no sabían como explicar como un niño era capaz de partir paredes de ladrillo o hacer fallar todo un sistema eléctrico con una rabieta, para que no me llevara la NASA o para tener la esperanza de que me aceptaran en la universidad. Cuando cumplí doce años mis problemas comenzaron a cobrar un sentido. No voy a dar muchos detalles, pero no es bonito ni maravilloso tener poderes, la mayor parte de tu vida te cagas de miedo y solo sirve para que te teman, quieran lavarte los pies o para que intenten degollarte. Hasta aquí todo puede sonar bastante malo, pero mi desastre de vida terminó de convertirse en tragedia a mis dieciséis, un día en el que pensé que todo iría bien. Tuve mis habituales pesadillas y salí a caminar por la playa con mi mejor amigo, Max.Él estaba junto a mí, completamente dormido, su cabello rojizo se iba llenando de a poco de arena, aunque parecía tenerle sin cuidado. _ Ey, cabrón..._ Le hablé _ ya despierta, te va a tragar la playa.Saqué el celular de mi bolsillo y vi la hora._ Son las seis y cuarto _ Lo sacudí enérgicamente _ estás lleno de arena ¡Despierta!_ ¿No dormiste bien?_ Me preguntó sin siquiera voltearse a verme. _ ¿Cómo iba a dormir?_ Exclamé _ tuve pesadillas toda la noche, estoy soñando con la guerra y se supone que es tema superado, terminó hace ya dos meses pero siento que algo va a pasar, que no acabó del todo ¿Entiendes? _ No, Jacke _ Contestó destapándose la cara _ no entendí nada de la estupidez de la que te ha quejado toda la noche. Deja de hablar un rato de eso, me vas a acalambrar los oídos. Voy a terminar soñando yo también con esa mierda, que puto miedo. Aunque Max era mi amigo desde siempre, no podía negar que la mitad del tiempo solo me traía problemas salir con él. Tenía un talento especial para decir cosas estúpidas en el momento menos adecuado o tener cualquier tipo de idea espontánea que nos pudiera dejar en una zanja. Pero eso no era lo peor, lo peor era que yo lo seguía y hacía peor el problema. _ Hoy es la primera fiesta de año nuevo en una década _ Continuó _ no puedes pensar todo el día en eso, todo ya pasó, distráete._ Los oídos no se acalambran..._ Además ya tenemos edad para quedarnos hasta la noche, Faran me lo dijo _ Se sentó rápidamente y se sacudió la arena de la cara _ los chicos de último año van a darnos alcohol asi que ninguna clase de espíritu maligno va a arruinarme la noche. "¿Y si pasa algo?" Me pregunté. Pero no quería estar de aguafiestas para recibir el año nuevo._ Sí, como sea... _ Y te preguntaba por lo incómodo que es dormir en la playa _ Continuó _ mi pantalón parece un arenero._ Maxime, parecías muerto _ Le dije _ no entiendo como puedes dormir así en la playa. Parecía aturdido aún por el sueño. Sentí envidia de su extraña capacidad de dormir tan profundamente, como una marmota en pleno invierno._ ¿Vamos a comer? _ Preguntó _ tengo hambre.También sentí envidia por su enorme apetito, si en ese momento hubiera podido comer como él hubiera subido de los 55 kilos que tan jodido me tenían. _ Hoy el desayuno se sirve a las siete_ Recordé.Soltó un quejido y se estiró.Ese si era un plan tranquilo. Me gustaba estar tirado en la playa sin hacer nada. Era bastante mejor que hacer las cosas que hacíamos normalmente y terminar escapando de algo que midiera tres metros, quedar atrapados en un hoyo o limpiando baños._ Tenemos tiempo _ Dijo _ me encanta estar aquí.Nunca pude estar más de acuerdo. Playa Perla era preciosa y la brisa estaba tibia, ni el hecho de tener arena en los calzoncillos me hizo querer irme. El muelle estaba a unos cien metros a mi izquierda, donde los pescadores ya estaban desamarrando sus botes, preparando las redes e izando las velas de los navíos para pasar otra jornada en altamar. Se empezaba a escuchar movimiento en el pueblo, el día había comenzado._ Volvamos pronto _ Le propuse cuando empezó a rugir mi estómago _ tengo tareas a las diez y media... ¿Qué te tocó a ti?Recordando el panorama que nos dieron la noche anterior pensé que estaría todo el día arreglando un parlante o colgando luces arriba de una escalera, pero su respuesta hizo que comenzaran por fin los peores años de mi vida._ ¿Tienes ganas de correr?_ Preguntó _ yo quiero correr.Correr por la playa a las seis de la mañana me traía recuerdos nefastos, pero era bastante más aceptable correr para preparar la fiesta de la década que por una urgencia bélica donde tenías el riesgo de perder una mano o partirte una pierna, por decir lo poco ._ ¡Imbécil! ¡irresponsable! _ Le grité _ ¿Por qué no me dijiste que tenías que ayudar ahora?_ ¿Irresponsable?_ Preguntó saltando un tronco _ tú me hiciste salir._ ¡No te puse un tenedor en la boca para que vinieras! _ Le grité _ Faran nos va a matar, sabes que me tiene el ojo encima desde que me escapé al Ensueño._ Y tú me metiste en eso _ Continuó _ limpié baños contigo dos semanas, me lo debes o tendrías un cinturón de castidad y una campanita en el cuello. _ Nos va a ir a buscar al cuarto _ Me lamenté _ si nos deja sin fiesta es Tú culpa._ No lo creo _ Supuso _ va a estar ebrio como a las once. _ Ojalá, sino vas a tener problemas conmigo, Maxime. Como siempre que volvimos de la playa, subimos por la cadena de rocas que rodeaba la playa y daba lugar al bosque. Era un camino mucho más rápido y discreto, casi nadie del pueblo pasaba por el bosque y había menos riesgo de que nos descubrieran regresando de la playa y tuviéramos que hacer cualquier tipo de trabajo humillante o viaje sorpresa justo en la fiesta de año nuevo. La escasez de luz dejaba ver todavía la bioluminiscencia de algunas flores y plantas, como las de las copas de los árboles, que de a poco comenzaban a abrirse como capullos, dejando salir a las mariposas e insectos voladores que podían llegar a ser de mi tamaño. . _ Hooolaaaa eeeleeeemeeeentooos _ Escuché a un viejo insecto palo encima de mi cabeza, lo saludé con la mano y seguí mi camino. Subimos una pequeña pendiente que daba al camino principal del bosque.Cuando llegamos fue mucho más fácil correr, el camino era prolijo y casi no había cosas que se movieran solas o que pudieran atacarte. _ ¡El último en llegar se echa la culpa! _ Gritó Max acelerando el paso.Entonces corrí detrás de él unos minutos mientras me burlaba, él no era muy rápido pero la arena en mi pantalón me hacía casi imposible correr.Me golpeé con una rama en plena cara y llegamos por fin al claro.El claro era un gran terreno de hierba que rodeaba nuestra base, normalmente a la base le decíamos "El palacio" porque era gigante como un castillo. Era un edificio de color blanco con cuatro plantas, pero en en extensión era al menos tres veces una casa normal, a los lados estaban los sectores, dos estructuras donde estaban nuestras habitaciones, las compartíamos de a cinco o seis y habían unos quince cuartos en cada uno, el sector A era de mujeres y el B era de hombres, estaban puestos de manera que quedaban en forma de U. El claro, solo de enfrente tenía el tamaño de unas dos canchas de fútbol. Era extraño para mí que estuviese tan calmado, ya que hacía pocas semanas despertábamos a las seis de la mañana a entrenar, y si es que no nos levantaban en la madrugada en plan: "¡Ey, hay una misión sorpresa!" o "¡Sorpresa! vinimos a atacar para cortarte una oreja", lo que literalmente se había convertido en una rutina y aunque la extraña paz me permitía dormir como si me hubieran noqueado algo me estaba inquietando desde hacía muy temprano, algo iba a pasar. Mis compañeros estaban preparando el claro para la fiesta. Nunca había visto la base en ese plan. De estar llena de dianas de tiro, armas tiradas por doquier, peleas tontas, un poco de sangre y algún que otro diente, ahora lo veía lleno de vida, con pequeñas tiendas de las personas del pueblo para vender sus dulces y artesanías en la fiesta. , guirnaldas, collares de flores y antifaces que nos habían hecho los niños en la escuela. Aunque no tenia el riesgo de morir cada ocho minutos me costaba acostumbrarme. _ ¿Qué te tocó?_ Le preguntó a Max. _ Faran me mandó a hacer rondas al bosque _ Contestó en tono monótono. Cosa muy rara en él.Me quedé sorprendido._ ¿En serio? _ Pregunté _ ¿Para qué? La guerra acabó, no creo que les hayan quedado ganas de volver..._ Si, pero sabes como es _ Dijo _ tenemos que prevenir, no importa que los hayamos dejado sin base, tenemos que asegurarnos que todo esté en orden.Yo reí._Sí, claro_ Murmuré.Entonces entramos al palacio. Sé que dije que por fuera parecía que tuviese tres pisos, pero por dentro realmente era un sube y baja de peldaños y escaleras. Habían diez cuartos, todo se conectaba por un complicado sistema de puertas, pasillos y escaleras, si no conocías bien el lugar era fácil perderte, ya me había pasado varias veces. Cuando entrabas solo veías una amplia sala de color blanco con suelo de madera maciza donde cabrían unas cuarenta personas, en el centro tenía una mesa de madera redonda rodeada de un gran sillón rosa en forma de L y al lado derecho una escalera de caracol que Llevaba a las demás habitaciones (tu desaparición)_ Ustedes dos ¿Dónde estaban? _ Escuché la voz de Faran en la escalera y me estremecí _ ¿Qué les dije?Faran era un tipo con un aspecto que hasta feliz daba miedo. Era fuerte, y se dirigía a la base con mano dura. Tenía los ojos verde pardo, el cabello castaño cortado al ras y siempre lo vi perfectamente afeitado y con la ropa bien planchada. Era un importante general que le habían asignado liderar la base de instrucción obligatoria para jóvenes con poderes. Aunque lo había visto aplastar cráneos y rebanar soldados como mantequilla pensaba que se veía mucho más peligroso con su uniforme de combate que con sandalias y una camisa floreada._ Estaban en la playa _ Adivinó.Se acercó a mí y me sacudió la cabeza, luego a Max. La arena voló por todos lados._ Max, ve a ponerte la armadura _ Le ordenó _ Azari te está esperando hace un buen rato._ ¿Me tocaba con ella? _Preguntó._ Si, Villagrán, te tocaba con ella _ Contestó _ ya ni siquiera me escuchan, te digo que estés a las seis abajo y mira como apareces casi a las seis y media ¿Qué tengo que hacer para que obedezcan? ¿Amarrarlos? _ La guerra acabó _ Le dijo él _ hicimos la tormenta del siglo, hicimos historia..._ Yo tenía tareas a las diez..._ No me importa _ Aclaró _ yo los necesito aquí, no en la playa, si hubiera pasado algo y los necesitábamos hasta ahí quedaba la victoria. Ahora quiero que te vayas a poner la armadura ¡Rápido! ¡Azari está esperándote hace veinte minutos!Él desairó y cuando iba a salir escuché una voz femenina en la puerta._ ¿Dónde estabas?Azari, una de las chicas que pelearon junto a nosotros, tenía un año menos que yo, o sea quince. Era esbelta y hermosa igual que una modelo, con una tez clara y cubierta de pecas, ojos almendrados de un color celeste asombroso y el cabello rubio hasta la cintura, como el de una princesa. Ella formaba parte del porcentaje de personas mágicas superdotadas, haciendo trabajo como médico en formación, salvándonos más de una vez de perder una extremidad, desangrarnos o en general de morir de alguna forma horrible. _Hola, Aze_ Saludos Max._ ¿Por qué no estabas en tu cuarto? _ Preguntó, pero lo miró de arriba a abajo _ ¿Te fuiste a la playa?_ Se me olvidó... ¿Te metiste a mi cuarto? ¡Faran!_ Se supone que íbamos a salir a las seis _ Le recordé _ te dije anoche, tengo tareas a las doce... _ Faran, se metió a mi cuarto... _ Max, váyanse _ Les dijo Faran _ toma la armadura, tu arma y váyanse, vas tarde y me tienes harto. Y estás castigado, cuando vuelvas vas a sacar toda la ropa sucia del sector B y espero que esté separado y remojándose antes de las dos. _ Sí, señor _ Dijo Max. Les di el puño y salieron. _ Jacke, necesito que, primero, te bañes y luego vayas al pueblo a hacer un pedido a la panadería de la plaza principal _ Me pidió Faran _ por favor, dale prioridad a eso de bañarte, parece que tuvieras piojos..._ No podía dormir y salí a caminar _ Le expliqué._ Parece que te fuiste rodando por la arena _ Comentó _ no vuelves a salir de la base de noche ¿Oíste?_ Pensé que ya podíamos, ahora que no hay guerra..._ Puedes caminar dentro de la base _ Continuó _ si no puedes dormir ayudas con la ronda nocturna o haces la mierda que sea, pero aquí adentro._ Sí, lo siento _ Murmuré.Sacó un papel de su bolsillo y me lo entregó._ Por favor, no hagas estupideces _ Me pidió _ necesito que a las diez tengas listo el reporte de media mañana y el inventario de los congelados. No quiero peleas, no uses tus poderes a menos que sea necesario, un solo problema y te juro que te corto un dedo y además te dejo sin fiesta ¿Oíste?– Sí, señor.El pueblo quedaba a unos veinte minutos caminando. Bajé la colina del claro y caminé por la hierba, el camino dejaba ver la costa por el lado derecho y las montañas por el lado izquierdo. Estaba todo mas hermoso que nunca. Las ventanas y los antejardines de las casas estaban decoradas con flores y figuras de loza, las calles empedradas estaban llenas de rayones de tiza que hacían los niños desde que había vuelto a ser seguro salir a jugar, se veía el esmero que ponían las personas en sus casas desde que habíamos terminado la guerra, la alegría había vuelto. Y eso, a pesar de ser lo mejor que nos había pasado en años, me desesperaba al pensar que todo ese sueño (en parte)era mi responsabilidad. Caminé hacia la Plaza De Armas, donde estaba la panadería para dejar el pedido. Las calles estaban llenas de gente paseándose agitadamente con carritos y canastas humeantes. Las madres le gritaban a sus hijos para que no se alejaran mientras los vecinos se ayudaban con los platos y bandejas calientes con la comida para la fiesta. Había una mezcla de olor a pan, guisos, pasteles recién hechos y chocolate fundido que le hizo recordar a mi estómago que no había comido nada desde el día anterior.La plaza era un parquecito con pasto y banquitos donde jugaban los niños, rodeado de un montón de tiendas y algunas casas. Me impresionó que los niños estuvieran a las seis de la mañana en la calle, cuando aún faltaba casi una hora para que la campana de la escuela del Sol Naciente sonara y aprovechara de recordarnos las siete de la mañana en la base.Entré a la panadería de doña Ester " Exquisité " que era donde necesitaban el pedido._ ¡Jacke! _ Exclamó la señora Ester. Era una mujer delgada y rubia, llevaba un delantal rosa lleno de chocolate _ ¿Necesitas algo? ¿Tienes hambre?_ No se preocupe, vengo de pasada... _ Ay, no pasa nada _ Dijo ella _ un pastelito no me cuesta nada. Miren, terminé unas donas que se llaman mi dulce guerrero..._ Muchas gracias_ Le dije con una sonrisa. La dona tenía un relleno de queso crema que me levantó el ánimo notablemente_ Faran me mandó a hacer un pedido ¡Está muy rico!_ Déjame ver _ Dejó unas bandejas encima del mostrador y leyó el papel _ perfecto, dile que pasaré a las ocho de la noche con las bandejas, voy a darles un plus a mis guerreros favoritos ¿Una espuma?Me dio una espuma de fresa. Entonces se perdió en la cocina, detrás del mostrador. Me metí la espuma a la boca, estaba hambriento. _ ¡Vuelve con él! _ Me gritó _ ven a ayudarme a llevar las bandejas cuando estén listas, son demasiadas y no voy a poder llevarlas todas..._ ¡Claro, tía Ester! _ Grité hacia adentro _ tenga un buen año nuevo...En cuanto salí me percaté de un grupo de niños amontonados en una esquina de la calle, lo primero que pensé fue en otro problema relacionado con la magia. Me preparé para encontrarme a un niño convertido en algo baboso o algún tipo de rata. _ ¡Niños! _ Exclamé abriéndome paso entre ellos _ ¿Qué hicieron? Entonces vi a tres personas haciendo un show. Un chico haciendo piruetas sobre sí mismo, una mujer vestida de mimo y un payaso gordo con zapatos enormes repartiendo paletas de chocolate en forma de payasos deformes. Ver como los niños recibían a los payasos accidentados con tanta confianza me preocupó. Así que los eché de ahí para hablar con los extraños. Todos se fueron reclamando a la escuela, mientras yo rezaba porque sus madres les quitaran esas horribles paletas. _ ¿Por qué echas a los niños? _ Me preguntó el acróbata. Me acerqué a él, y me di cuenta que sus ojos eran de un color verde muy intenso, pero no un verde pardo, como los de Faran, era un verde claro y brillante, característico en las personas mágicas. _ No estamos acostumbrados a los extraños _ Contesté serio _ y menos cerca de nuestros niños..._ Entiendo _ Dijo él menos a la defensiva _ eres de la base._ De la base de la flor blanca, si_ Afirmé._ Pero somos aliados _ Me dijo la chica _ mira... Me mostró una placa con una flor dorada, el símbolo de las tropas de Aurelie. Tropas adultas. Aunque la placa parecía legítima ninguno de ellos me había gustado. _ Queremos ir con el general D'Aramitz _ Dijo el payaso _ tenemos que darle una información sobre las tropas._ ¿Cuál es la información?_ Tenemos que hablarlo con el líder _ Contestó la chica. _ Soy un elemento _ Informé con orgullo _ tendré que saberlo tarde o temprano, los escucho.