Chereads / Timekeepers / Chapter 21 - San Valentín.

Chapter 21 - San Valentín.

El día que tanto esperaba finalmente está por llegar, creo que no podré dormir de la emoción. Además, hace tiempo que no tengo un evento de este tipo, la última vez fue hace un año, y la verdad es que, parece que ha pasado mucho más tiempo.

El instituto hará una kermés, habrá un DJ en vivo, juegos, todo tipo de puestos de alimentos, y, por si fuera poco, en la noche habrá una especie de baile romántico. Creo que es algo lindo, y no ha mejor forma de vivirlo que con Emily a mi lado.

Sin embargo, ya estando aquí, justo unas horas antes de que sea 14 de febrero, me pregunto. Sí traerán las flores al instituto, ¿verdad? Espero que no me hayan estafado.

En fin, de cualquier forma, tengo el collar y he escrito una carta para Emily, me da pena leerla, por lo que no tengo el valor para sacarla del sobre. No puedo permanecer sereno, me pregunto si ella se siente igual, ¿será que incluso ya está dormida? Seguramente soy el único despierto a estas horas.

En cierta forma agradezco este evento, los exámenes terminaron el día de hoy, y la verdad nos sirve de distracción a los chicos y a mí. Los resultados estarán listos dentro de dos días, así que mejor me relajaré con este evento y luego veré el resultado de mis esfuerzos.

"No tiene caso que siga despierto" digo, acostándome en mi cama, apagando las luces y contando del 1 al 1,000 con la esperanza de quedarme dormido en poco tiempo.

Sin darme cuenta me duermo y sueño con la nada absoluta, solo puedo ver destellos violetas en diferentes ocasiones, según lo que he estudiado en mis clases esto se debe a la manifestación de mis poderes. Admito que usar la electricidad es increíble, pero aún no le encuentro otro uso a parte de disparar rayos por las manos como 'Electro'.

Al despertar, me levanto muy contento, en este día no tenemos que usar uniforme por lo que me pongo unas prendas formales, pero no exageradas, una camisa azul celeste, un pantalón blanco, zapatos negros y me rocío de mi mejor fragancia.

Salgo de mi dormitorio y me dirijo rumbo al comedor, sin embargo, cuando paso por la explanada principal puedo ver que en el estrado hay diferentes objetos como estructuras de metal, carpas, pantallas y luces, además, grandes cajas negras y una camioneta estacionada cerca del estrado.

Parece que es el equipo de sonido.

Observo como un equipo de al menos cinco personas están preparando todo desde temprano, también, hay otros chicos en algunos puntos de los corredores colocando algunos pequeños locales de comida, botanas y productos artesanales hechos por ellos mismos.

Incluso en el gimnasio parece que han preparado una especie de casa del terror, es increíble que todos estén trabajando tanto en tan poco tiempo. Yo únicamente estaba preocupado por lo que pasaría este día mientras los demás estuvieron trabajando arduamente para darnos un increíble día.

Muestro una sonrisa y sigo mi camino, entonces, mi mirada se desvía rumbo a la pista de atletismo en donde estaban colocando algunos obstáculos, parece que habrá diferentes concursos. Realmente se tomaron en serio este evento. Haré que sea un día inolvidable para Emily.

En cuanto llego a la cafetería puedo ver que ha sido adornada con globos en forma de corazón y hay serpentinas rosadas por todos lados, el menú de hoy tiene como desayuno huevo frito en forma de corazón con arroz y yogur de fresa, y una taza de café.

Incluso la cafetería se ha tomado en serio esto. Me pregunto si será idea del director.

Pido mi desayuno y me siento en una mesa, tras unos minutos, Rodrigo llega y se sienta frente a mí.

"Te envidio" dice sin previo aviso.

Yo, que me encontraba masticando mi comida comencé a toser debido a que tragué mal por lo que ha dicho y me estoy ahogando. Tras reponerme, lo miro con una expresión confusa.

"¿A qué te refieres?" pregunto.

Él me muestra su teléfono y es un video de los chicos del comité estudiantil repartiendo cartas y regalos anónimos a sus destinatarios, sin embargo, puedo ver que entran a mi edificio y debajo de mi puerta meten más de cincuenta cartas.

"Es increíble que este chico reciba más cartas que ninguno" dice una de las chicas del comité estudiantil.

Sabía que soy popular pero no pensé que fueran a enviarme cartas.

"Todas las chicas babean de todas partes por ti, deberías irte pronto del instituto, así tendré alguna oportunidad con alguna chica" dice, mirándome seriamente.

"Eh…" no puedo decir nada más que eso.

Él sonríe y entonces comienza a reír.

"Es broma, amigo, pero sí, la verdad es que quisiera ser tú, todas las chicas andan tras de ti, ¿sabes lo genial que es eso? Ni siquiera te han visto jugar fútbol, apuesto a que se mojarían solo de verte controlar el balón" dice.

"No me importaría, honestamente. Pero, sabes, todos tenemos una vida hermosa, solamente debes esperar, las cosas llegan su tiempo" digo, dándole un trago a mi café.

Digo eso, pero, hace meses estaba hundido en mi soledad y depresión, sin embargo, algo que aprendí es que el tiempo es tu mejor aliado.

Rodrigo se estira de brazos y mira a nuestro alrededor.

"Parece que el consejo tuvo algunas ideas buenas para este periodo" dice.

"Sí, eso parece" respondo, con una sonrisa alegre.

En ese momento, alguien toca mi espalda y miro detrás de mí.

"Buenos días, joven Eric, joven Rodrigo. ¿Cómo están?" dice el director, saludándonos.

Sin embargo, lo miro de pies a cabeza y lo veo vestido con un atuendo completamente blanco y un arco atravesado en su torso.

"Eh… ¿director?" digo, sin poder contener la vergüenza que siento en este momento.

"¿Sí?" responde.

"¿Acaso se ha vestido de cupido?" pregunto.

Mi mirada se posa en Rodrigo quien está congelado con una sonrisa enfermiza.

"Claro, solo así los estudiantes podrán entender que es un día para divertirse y vivirlo al máximo, por cierto, jóvenes. Si tienen alguna chica especial, solo por hoy está permitido permanecer fuera de sus dormitorios hasta las 00:00. Y no se requiere permiso para dormir en otro dormitorio" dice, guiñándonos su ojo derecho.

Antes de irse, él nos da a ambos un chocolate que saca de una canasta que lleva en su mano izquierda. Lo vemos acercarse a cada persona que se encuentra dándole un chocolate.

En cuanto está fuera de rango, Rodrigo y yo comenzamos a reírnos sin control alguno.

"¡No puedo creerlo! ¡Jajaja!" digo entre risas.

"¡No mames! ¡Eso sí fue otro pedo, te lo juro!" exclama Rodrigo golpeando la mesa con su puño derecho.

Creo que ha sido lo más raro que he presenciado, y digo eso sabiendo que estoy en un instituto donde convivo con muchos mutantes con poderes extraños. Tras unos minutos la risa pasa y las chicas llegan.

"Bon día" dice Sandra, sentándose a mi lado izquierdo.

Lleva un aroma diferente, este huele a bombón, se ha maquillado, lleva acrílico en las uñas y su cabello levantado. Además, puedo ver que lleva el collar que le regalé.

"No puedo creerlo, un chico se me ha declarado" dice Diana, sentándose a lado de Rodrigo.

"Seguramente es un alienígena o algo, no tiene buenos gustos" dice Rodrigo con un tono burlón.

"Pues, al menos a mí se me declaró alguien, dime Rodrigo. ¿Cuántas chicas te han dicho que les gustas?" dice Diana, con un rostro algo molesto.

Puedo ver que oculta su enojo, pero, ella realmente tiene una vena saltando en su frente.

Rodrigo se queda congelado por un momento y entonces pellizca la mejilla de Diana.

"Tal ves ninguna, pero, es que nadie tiene buenos gustos" dice, sonriendo nerviosamente.

"Si valoras tu vida será mejor que dejes de pellizcarme" responde Diana.

Rodrigo la suelta y sigue comiendo.

"Cielos, Diana. Qué suerte la tuya, al menos a ti se te han declarado, a mí ni una carta me llegó" dice Sandra, dando un suspiro y dejando caerse sobre la mesa.

"Tranquila, pronto llegará alguien, dale tiempo al tiempo" digo, dándole una palmada en la espalda.

Ella me mira con una expresión fría y asesina. Rápidamente retiro mi mano y sigo desayunando. En ese momento, Emily llega, con un hermoso vestido de holanes azul, zapatos de suela ligera y abiertos, y su cabello ligeramente recogido.

"Buenos días, chicos. Tomen" dice, dándonos a todos un chocolate fino.

"¡Increíble! ¡Cada chocolate cuesta más de 100 pesos!" exclama Sandra

El chocolate es pequeño, casi como el tamaño la uña del pulgar, así que puedes imaginar el costo de una caja de veinte chocolates.

"¡Muchas gracias, Emi!" exclama Sandra, guardándolo.

"¿Por qué no te lo comes? Como Rodrigo" dice Emily con una sonrisa mientras observa como Sandra guarda el chocolate como si fuera un diamante, por otro lado, Rodrigo devoró el chocolate de un solo bocado.

"Nah, ni está tan chido" dice.

Yo guardaré el mío para más al rato, se ve delicioso, pero, quiero disfrutarlo.

Eduardo y Karla llegan, Emily les da un chocolate y se sientan todos con nosotros.

"Habrá muchos eventos, deberíamos acudir a todos" dice Eduardo.

"Sí, estaría increíble" responder carla con un rostro iluminado de emoción.

En ese momento, mi teléfono comienza a sonar y noto que es una llamada, de inmediato contesto.

"Buenos días, joven Eric. Hemos entregado su pedido en la entrada como nos dijo, que tenga un lindo día" dice la florista.

Me levanto de mi asiento sin previo aviso.

"Eh, ya vengo chicos" digo, para posteriormente salir corriendo rumbo a la entrada.

Cruzo por la explanada y repentinamente comienzan a probar el sonido. La vibración me aturde mientras corro, trastabillo unos momentos, pero sigo mi camino, se han pasado con eso.

Finalmente, llego con el guardia, le pido el arreglo de flores, y la verdad es que está increíble. Nunca me imaginé que unas flores pudieran verse tan bellas, sin más, me dirijo a mi dormitorio y abro la puerta para entrar por el collar y la carta de Emily.

"¿Será un buen momento? ¿O me espero hasta al rato?" me pregunto a mí mismo mientras miro una gran cantidad de cartas en el suelo.

Las recojo y las pongo sobre mi escritorio, las leeré con más calma después, aunque sé que no aceptaré ninguna propuesta de amor. En este momento lo único que me importa es estar con Emily y entregarle su regalo.

¿Qué hago? Mi corazón late con fuerza, estoy muy nervioso. No sé qué hacer, maldición.

Miro a todos lados y recibo un mensaje de Emily preguntándome si todo estaba bien.

"¿Todo está bien? ¿Ocurre algo?" pregunta.

"Sí, tranquila, no pasa nada" respondo.

Tras unos segundos ella vuelva a escribir.

"Todos se han ido, planeamos reunirnos para dentro de dos horas que iniciará el festival" dice.

"De acuerdo, nos vemos entonces" digo.

Bueno, ya tengo la idea.

"¿Crees que pueda verte en tu dormitorio?" pregunto.

Ella tarda un momento en contestar y finalmente lo hace.

"Claro, si quieres verme de una vez, estoy libre" dice.

Tomo el ramo, el collar y la carta, saliendo de mi dormitorio, estoy decidido a dárselo de una vez.

Camino rumbo a su edificio, muchos me miran, definitivamente me miran con sorpresa mientras otros me critican. Ellos realmente no saben meterse en sus asuntos.

En cuanto entro al edificio de Emily, todas las chicas allí me miran con asombro y al mismo tiempo con ansias. Probablemente esperaban a que le diera a alguna de ellas el ramo.

Llego al dormitorio de Emily y toco la puerta, así, puedo escuchar como todas comienzan a hablar.

"Ay, no es cierto, realmente está saliendo con la rara".

"Qué desperdicio".

Aprieto mis puños y me doy la vuelta.

"¡Dejen de decir estupideces! ¡Son mujeres! ¡No deberían criticar así a sus semejantes! ¡Y así piensan gustarle a un chico! Me dan vergüenza y asco" digo con rabia.

Todas se quedan calladas y finalmente Emily abre la puerta, entro rápidamente y cierro la puerta. Estando aquí, me relajo mientras ella mira el ramo en mis manos con un rostro enrojecido como un tomate. Puedo ver algo de sudor escurriendo de su rostro y parece estar temblando un poco.

Creo que olvidé por completo el hecho de que venía a verla, esas chicas realmente me molestaron demasiado.

"Emily, yo… te traigo este detalle, como símbolo de mi amor" digo, entregándole el ramo.

Ella estira sus manos temblorosas y lo toma.

"Muchas gracias" dice, sin verme al rostro.

"Y te traigo algo más" digo.

Ella abre sus ojos de par en par y entonces me mira a los ojos.

"Por favor, date la vuelta y cierra los ojos" digo.

Ella asiente sin decir una sola palabra y se da la vuelta. Cautelosamente saco el collar de su caja y sin hacer un mínimo ruido comienzo a colocarle el collar en su delgado cuello. En cuanto ella siente el collar tocar su piel puedo ver que sonría y comienza a temblar con fuerza. Finalmente, le coloco el collar y me alejo un poco.

Ella se da la vuelta y puedo ver como el corazón de oro baja lo suficiente hasta quedarse en el inicio de su busto. Ella sonríe mientras observa el collar en su pecho y lo sujeta con delicadeza acariciándolo.

"Es hermoso" dice, con una voz frágil.

"Espero que te guste" digo.

Ella sonríe y me mira con una expresión llena de sentimiento. Sin duda alguna le ha gustado.

Emily se acerca a mí y me da un beso en los labios tan suave que parece una caricia.

"Te traigo algo más" digo, metiendo la mano en mi bolsillo y sacando la carta. "Espero te guste".

Ella la toma y la presiona con su pecho, "claro, todo lo que tú me des será como si recibiera un fragmento del cielo mismo".

Ella coloca la carta sobre su mesa al igual que las flores y me da una pequeña caja azul metálica con un moño rojo.

"Es algo sencillo, espero que te guste" dice ella, dándome el regalo con ambas manos sin verme directamente.

Yo tomo el regalo y comienzo a abrirlo con cuidado, así, me doy cuenta de que es un hermoso cuadro de cristal con una foto enmarcada.

"…"

Las palabras no salen de mi boca, realmente me ha dado en mi punto débil. Una de las fotos que nos tomamos en navidad, justo el día en que comenzamos a ser novios, ella simplemente la enmarcó y me la ha dado.

"El cristal es resistente, pero es del mejor, así que no te preocupes si se cae, seguramente aguantará algún golpe" dice Emily con una sonrisa hermosa y gentil.

"Emily… esto es hermoso, muchas gracias" digo.

Me acerco a ella y le doy un beso en los labios mientras la tomo de la cintura. No cabe duda, estoy loco por ella. Tras un rato, dejamos de besarnos y sonreímos nerviosamente al mirarnos.

"¿Salimos allí afuera?" pregunto con un tono sarcástico.

"Por supuesto" responde sonriendo.

Así, ella coloca sus flores en un pequeño recipiente con agua y yo me llevo mi regalo hasta mi habitación, paso a dejarlo para luego irme con ella a ver los puestos. La música ya está sonando con intensidad, la mayoría camina con sus parejas por allí, creo que lo mejor es tomar a Emily de la mano, no quiero tomarla de la cintura y menos del cuello, es mejor su mano, considero que es lo ideal.

La sujeto con firmeza y ella sonríe mientras caminamos de puesto en puesto. Frituras, ensaladas, cocteles de frutas, entre otras cosas de comer que venden. En algunas bancas cerca de las jardineras puedes ver a parejas besándose apasionadamente como si no hubiera un mañana, y en algunos árboles a otros besuqueándose desesperadamente.

Pasamos por algunos puestos para comer algunos snacks y nos sentamos en una banca cerca de la jardinera. La música a todo volumen demostrando la potencia real del equipo de sonido, el ambiente amoroso por todos lados, me pregunto si allá afuera se sentirá de la misma forma.

"Muchas gracias por el collar, en verdad me encantó" dice Emily, sujetando el corazón de oro que cuelga de la cadena, con una mano.

"De nada, la verdad es que esperaba con ansias el poder dártelo" respondo.

Ella me sonríe y coloca su cabeza sobre mi hombre, así, la abrazo ligeramente con mi brazo derecho mientras permanecemos sentados en este lugar. El clima no es cálido, es un poco fresco, el aire mueve las hojas de los árboles y se siente genial.

"Creo que es el primer San Valentín que puedo vivir" dice Emily.

"¿En verdad?" pregunto.

Ella muestra una pequeña sonrisa, pero con una expresión de tristeza. La verdad es que hay mucho acerca de Emily que realmente no conozco, me pregunto qué ha pasado con ella todo este tiempo.

Lo único que puedo hacer es sujetar su mano con delicadeza y acariciarla suavemente, no me importa nada, solo quiero que ella esté bien, pase lo que pase me aseguraré de darle una vida hermosa.

"Pues a partir de ahora en adelante vivirás año con año el San Valentín a mi lado" digo con determinación.

Ella me sonríe y me da un pequeño beso en los labios para luego recostar su cabeza en mi hombro nuevamente. Permanecemos así un rato más mientras observamos a nuestro alrededor.

"¿Qué planeas hacer cuando egresemos, Eric?" pregunta, con una voz casi enmudecida.

"Bueno, creo que seguiré estudiando la universidad, planeaba irme a la capital del país para poder estar en el equipo de mis sueños mientras estudio, pero no sé, aún debo decidir qué hacer" respondo.

"¿Y tú?" le pregunto.

Ella se toma unos segundos antes de contestar y finalmente lo hace, "planeo estudiar la universidad, probablemente mis padres quieran enviarme a Europa, pero siendo honesta, quisiera dedicarme a la repostería, no me importan los lujos ni llevar el peso del apellido Virgil sobre mis hombros" responde, dando un gran suspiro.

"Lo que yo realmente quiero es fundar una panadería, donde pueda preparar ricos pasteles y postres, galletas y pan, pero, sé que con mi familia es imposible" dice, mostrando un rostro molesto.

La familia de Emily y la mía son muy diferentes, eso es verdad. Con mi familia si no quieres hacer algo no hay problema, si quisieras ser músico o pintor nadie se opondría, pero, en la familia de Emily planean tu vida casi desde el momento en el que naces. Es cruel que te obliguen a vivir de cierta forma en la que no puedas escoger.

"Pero" dice Emily, levantando su cabeza y sentándose adecuadamente en la banca, "no me importa lo que ellos quieran, se trata de mi vida. Estoy muy agradecido con mis padres por todo lo que han hecho por mí, pero, realmente no quiero casarme con alguien que no amo, no quiero ser empresaria, no quiero vivir una vida aburrida, ya he tenido suficiente con mi infancia".

Ella mira hacia la nada con un rostro molesto y frío, realmente parece agobiada por su vida.

"Una panadería, sí, me gusta" digo.

Ella abre sus ojos de par en par y entonces me mira con sorpresa.

"¿Eh?" dice.

"Sí, tú, yo, una panadería, si el futbol fracasa pues ambos podríamos trabajar allí, no sé nada sobre repostería, pero, te garantizo que haré mi mejor esfuerzo" digo con una sonrisa iluminando mi rostro.

Emily se sonroja y entonces me muestra un rostro lleno de alegría.

"Nunca dije que fuera a tener una panadería contigo, es más, no sabemos si realmente sigamos como pareja" dice ella.

Auch, eso dolió.

Cruzo mis brazos y muestro una posición cerrada, "ya veo, así que no tienes esperanzas en nuestra relación. Maldición, y yo que planeaba darte el anillo de compromiso mañana mismo" digo.

Emily no dice nada en absoluto, por lo que miro y puedo ver una expresión congelada.

No lo entiendo, ¿por qué se sorprende?

"¿Emily? Era una broma" digo.

Ella parpadea y se aleja un poco.

"De acuerdo" responde entre tartamudeos.

"Es que, sabiendo que eres así, honestamente sí lo creo posible" dice.

No puedo evitar sonreír y entonces le doy un beso en la mejilla.

"Emi, tienes 17, yo 18, tenemos familias millonarias, creo que podríamos casarnos sin algún problema, pero, honestamente, no lo veo conveniente, disfrutemos nuestra juventud un poco más" digo.

Ella sonríe y acaricia mis manos con suavidad.

"Está bien, que así sea" dice.

Sin embargo, repentinamente ella se sonroja y me mira con miedo, "¿Tú realmente quieres casarte conmigo?" pregunta, con un cuerpo tembloroso.

Yo miro hacia el cielo y me tomo unos momentos para contestar.

"Pues, ¿sabes? Creo que nunca he estado enamorado de nadie como lo estoy de ti, puede sonar ridículo, pero, desde el primer día en que comenzamos a ser novios pensé en que, si tú y yo llegamos lejos, haría lo imposible con tal de mantenerte feliz y segura" digo.

Ella sonríe algo tímida mientras parece temblar y me abraza gentilmente.

"Yo… te amo, Eric. Con todo mi corazón" dice para luego darme un beso profundo y largo.

Puede que sea por el ambiente, pero, ella realmente está más cariñosa de lo habitual el día de hoy.

Tras un rato, la música comienza a ponerse algo movida y podemos ver a algunas parejas comenzando a llegar a la explanada a bailar. Cada cierto tiempo llegan más y más, al punto de llenar la explanada.

"Creo que deberíamos ir" digo, poniéndome de pie y tomando de la mano a Emily para llevarla hasta allí.

"Pero, no sé bailar" me dice ella con un tono preocupado.

"Lo sé, pero no importa, yo te enseño, solo déjate llevar" digo con euforia.

Entonces, sujeto a Emily de la cintura con mi mano derecha en su cintura y la izquierda sosteniendo su mano derecha. Ella es un poco torpe, pero, realmente intenta seguirme el paso, un ritmo de cumbia moderado, sus pasos son síncronos con el ritmo, pero, el movimiento aún le cuesta.

Tras unos minutos ella finalmente comienza a entender el baile y comienza a reír mientras la guío en nuestro baile, su vestido se mueve de un lado a otro al ritmo del baile, mi corazón está latiendo con fuerza, pero se debe a lo feliz que soy en este momento. No cabe duda de que soy afortunado al poder compartir momentos así con ella. Sin darnos cuenta, el tiempo avanza rápidamente y los chicos nos observan desde afuera de la explanada.

"¿Pueden creerlo? Jamás pensé que Eric bailara, y mucho menos que Emily quisiera hacerlo" dice Karla.

"Es increíble" dice Eduardo mientras nos observan con alegría.

En cuanto la canción termina, podemos verlos a la distancia. Nuestras respiraciones agitadas se alcanzan a escuchar incluso con todo el ruido de la música.

"Deberíamos ir" digo.

"Sí, claro" responde Emily con una gran sonrisa en su rostro.

Fue en ese momento que decidimos acercarnos a ellos y reunirnos como habíamos acordado.

"Increíble, chicos. Es bueno ver que disfrutan el día" dice Karla.

"Sí, si no es ahora entonces cuando" digo, mientras respiro de una forma algo pesada.

"En eso tienes razón" dice Diana, mirando a nuestro alrededor.

"¿Qué estamos esperando? ¡Vamos a ver todo!" exclama Sandra con emoción.

Sandra toma a Diana del brazo y la lleva consigo hasta un pequeño puesto de cocteles de frutas, compra uno y lo prueba demostrando un rostro lleno de placer.

"¡Qué rico!" exclama mientras sigue comiendo del coctel.

Pasamos por todos los negocios y compramos muchas cosas, luego entramos a la casa del terror donde Emily me abrazó con fuerza en todo momento, sin duda alguna, ella realmente estaba aterrada, o tal vez solo fue un pretexto para abrazarme.

Participamos en los concursos, carreras siamesas, carretillas, comelones, entre otros. Emily y yo demostramos ser compatibles, en las carreras siamesas ganamos, apuesto a que si fuéramos pilotos de un Jaeger podríamos ser los mejores y muy compatibles. Con el atardecer, nos encontramos comiendo todos juntos en el comedor.

"¡Fue muy gracioso ver como Rodrigo no pudo seguir el ritmo de Diana y se cayó!" exclama Sandra entre carcajadas.

"¡Cierra el hocico! No fue porque no pudiera seguirle el paso a Diana, fue al revés. Ella es una comelibros, es normal que no tenga las mismas aptitudes atléticas que yo" dice Rodrigo.

"En realidad tú fuiste el que no me siguió, te iba diciendo que pierna mover y nunca me hiciste caso, demostraste ser incompetente justo como en tu vida diaria" dice Diana, bebiendo de su gaseosa sin mostrar molestia alguna.

"¡Tú cállate! Nadie te pidió tu opinión" exclama Rodrigo poniéndose de su asiento y señalando a Diana.

"Por esas cosas es que ni la mujer más urgida te haría caso, eres un imbécil, pervertido, un bueno para nada, definitivamente un perdedor" dice Diana, mirándolo fríamente.

Rodrigo se queda en silencio y se sienta en su lugar con un rostro estupefacto.

"Parece que le asestó un golpe crítico" le digo a Emily en el oído, ella comienza a reír un poco y luego se me acerca.

"Te aseguro que Diana quiere mucho a Rodrigo, aunque le haya dicho todo eso" dice Emily con una sonrisa.

Tras terminar nuestra comida, regresamos a la explanada. La noche ha caído, la explanada principal se ha vuelto una pista de baile romántica, la música ahora es lenta y ya hay muchas parejas bailando lentamente.

"Es genial" digo.

Sin pensarlo mucho, tomo la mano de Emily y la llevo hacia el centro, donde la tomo de la cintura con mi mano derecha y con la izquierda sostengo su mano derecha mientras ella me sujeta del hombro con su izquierda. Comenzamos a bailar lentamente, aparentemente ella está acostumbrada a bailes lentos o elegantes, es normal ya que parece que en su familia solo se acostumbra este tipo de bailes.

Ella termina enrollando sus brazos alrededor de mi cuello y yo la tomo de la cintura con ambas manos.

"Es genial, ¿no? Bailamos juntos aquí, lentamente, en nuestro primer San Valentín" digo.

Emily sonríe y me mira con una mirada relajada.

"Sí, solo quisiera que este día durase para toda la vida" responde.

Los chicos nos observan desde el límite de la pista, mientras tanto, Sandra le dice a Rodrigo en el oído: "¿Por qué no invitas a Diana a la pista? Solo es un baile".

Rodrigo muestra un rostro algo molesto y tras intentar resistirse se resigna, sin más, estira su mano hacia Diana quien lo mira con sorpresa y por unos instantes parece no querer aceptar.

"¿Me concederías el honor?" pregunta Rodrigo.

Diana sonríe y toma la mano de Rodrigo, así, ambos caminan hasta la pista, por otro lado, Eduardo y Karla también, por tanto, Sandra toma su teléfono y comienza a grabarnos a todos.

Diana y Rodrigo, aunque no se lleven bien, parecen disfrutar el baile, Eduardo y Karla son muy buenos amigos, ambos bailan con placer, y Emily y yo bailamos lentamente disfrutando cada segundo de las canciones. Sin más, la beso con suavidad para sellar nuestro momento con una hermosa pieza musical.

Tras unos minutos, Sandra deja de grabar y muestra un rostro algo deprimente, para así, marcharse sin previo aviso. "Eric…" deja salir como un susurro de sus labios para luego irse rumbo a su dormitorio.

Permanecemos bailando durante unas cuantas canciones más, entonces, el DJ baja el volumen, "muy bien lindas parejitas amorosas, creo que ha llegado el momento que todos querían, la hoguera está a punto de encenderse así que vayan a la pista de atletismo si quieren verla".

Miro a Emily quien me muestra un rostro lleno de emoción. Ella me toma del brazo y corre delante de mí arrastrándome rumbo a la hoguera. Se supone que eso es una tradición japonesa, una hoguera en el festival del Día de San Valentín, pero, parece que lo hemos traído hasta nuestro instituto.

En cuanto llegamos, ya hay mucha gente alrededor, y una pareje parece estar recitando alguna especie de historia.

"… El guerrero Popocatépetl, enamorado de la princesa Iztaccíhuatl, una representación del amor en su máximo esplendor. Para aquellos que no sepan, esta historia nos habla de lo terrible que puede ser el sufrimiento humano cuando se pierde a un ser amado".

"Hace muchos siglos, en el altiplano mexicano, existía un gran reino habitado por los mexicas. Dentro de este reino, la hija del gran tlatoani era Iztaccíhuatl, una joven de inigualable belleza, de piel blanca como la nieve y de una dulzura que enamoraba a cualquiera que la conociera".

"Entre los valientes guerreros del imperio, uno destacaba por su destreza y honor: Popocatépetl. Alto, fuerte y con una gran habilidad en la batalla, era admirado por todos, pero su corazón solo latía por Iztaccíhuatl, y ella correspondía su amor con la misma pasión".

"Popocatépetl pidió la mano de Iztaccíhuatl al emperador, quien, aunque receloso, accedió con una condición: el guerrero debía partir a la guerra y regresar victorioso para demostrar que era digno de casarse con su hija. Popocatépetl aceptó con honor y partió a la batalla, jurándole a Iztaccíhuatl que volvería para estar juntos por siempre".

"Pasaron los meses, y la guerra parecía interminable. Mientras Popocatépetl estaba lejos, un rival envidioso del guerrero, celoso de su amor con la princesa, extendió un rumor fatal: le dijo a Iztaccíhuatl que su amado había muerto en combate".

"Destrozada por el dolor y sin voluntad para seguir viviendo, Iztaccíhuatl cayó en una profunda tristeza y, finalmente, murió de pena, esperando a su amado. Cuando Popocatépetl regresó victorioso, ansioso por reencontrarse con su amada y cumplir su promesa de matrimonio, recibió la peor noticia: Iztaccíhuatl había muerto creyendo que él nunca volvería".

"Destrozado por la pérdida, el guerrero tomó el cuerpo de su amada en sus brazos y caminó sin rumbo, buscando un lugar donde pudiera descansar en paz. Subió hasta la cima de una montaña y allí, en lo alto, colocó el cuerpo de Iztaccíhuatl sobre la tierra, erigiéndose junto a ella como su guardián eterno".

"Los dioses, conmovidos por su amor y lealtad, decidieron convertirlos en montañas. Iztaccíhuatl se convirtió en una montaña dormida, con la silueta de una mujer acostada, mientras que Popocatépetl se transformó en un volcán activo, que sigue rugiendo y arrojando fuego, como si velara eternamente el sueño de su amada", con este final, un chico encendió la hoguera que inmediatamente se encendió como una explosión.

"Como el amor de Popocatépetl e Iztaccíhuatl, esta hoguera arderá hasta que la última brasa se haya consumido" dice la chica, terminando la historia.

Los aplausos inundan el lugar, solo hay parejas aquí, todos se abrazan y hago lo mismo con Emily, todos nos sentamos alrededor de la hoguera en el pasto mientras nuestros rostros son iluminados por las llamas. El sentimiento es intenso, el rostro de Emily luce más hermoso que de costumbre, sus ojos brillan como una hermosa constelación. Es como estar viendo el cosmos en sus ojos.

Ella nota mi mirada y gira su rostro hacia mí, dándome una sonrisa amorosa, sin más, la beso en los labios. Ella corresponde y mientras tanto, seguimos observando la hoguera, algunos chicos tocan la guitarra cantando algunas canciones románticas de troba, todos yacemos con nuestras parejas envueltos en un romance puro.

Así como Emily, solo quiero que este día dure para siempre.

  1. Es un volcán, aunque las historias ancestrales cuentan la leyenda que he escrito aquí. Para los que no son de México, o que no son cercanos a Puebla o la Ciudad de México puede que no lo sepan.
    Popocatépetl significa "montaña que humea", esto por ser un volcán activo que cada cierto tiempo nos está dando problemas.
  2. La pareja del Popocatépetl, la Iztaccíhuatl o mujer dormida, como se le dice también, cuando te diriges a CDMX desde el estado de Veracruz y pasas por Puebla es normal ver el imponente volcán Popocatépetl y al Iztaccíhuatl.
    Iztaccíhuatl significa Mujer blanca, y antes del calentamiento global solía estar cubierta de nieve, por lo que su silueta se asemejaba a una mujer blanca dormida.