Durante los últimos cinco días solo he logrado dormir seis horas, ahora creo las palabras de mi maestro, el destino de cada de seguidor de Pharmae siempre es hacia donde sea necesario.
Hace cinco días llegue a la ciudadela de Tianna, tras pasar dos semanas junto a un grupo mercante sirviendo como sanador para los aventureros contratados para proteger la caravana de cualquier ataque de bestias de las cordilleras durante nuestro paso en el estrecho de Ryon.
Lo que pensé que sería finalmente una buena temporada de descanso para celebrar sus últimos diez años de entrenamiento y preparación como una fiel seguidora de la deidad patrona del arte de la medicina, Pharmae, se convirtió en un pesadilla.
Tras salir del valle de H'tua, en vez de ver a lo lejos las grandes murallas de la ciudadela, solo se veían escombros y grandes columnas de humo. Podía decir, por la expresión de todos a su alrededor, que así no era como debería verse la gran capital mercante.
Al acercarnos, un grupo de caballeros que parecían custodiar lo que antes era la entrada este de Tianna los cuales estaban reuniendo a los viajeros que recién llegaban.
—¡Tianna fue atacada dos días atrás, por lo que las caravanas tendrás que moverse hacia la ciudad del Norte, Emuren! ¡Pueden pasar al palacio del Duque Grahambell para reabastecerse y pasar la noche en los cuartos disponibles! — uno de los guardias anuncio con tranquilidad señalando hacia la pequeña fortalece a una buena distancia de Tianna, tal vez a unos 15 kilómetros.
Los mercaderes, siendo sabios, solo pudieron suspirar con tristeza ante tal situación.
Mientras la caravana se iba, seguida de los aventureros y guardias contratados, ella se quedó y se acercó al grupo de guardias.
—¿Dónde se encuentra el hospital? Soy una Sanadora y deseo ofrecer mis servicios — pregunte con un poco temblor en mi voz, sin poder contener completamente mi dolor ante tan sufrimiento, pues al ser vista por las miradas de los guardias, vio la profunda tristeza y desesperación en sus ojos.
—Cerca de la puerta Norte, cinco calles hacia el centro, difícil de perder, es el único edificio en pie presente en la zona — el guardia que había anunciado las órdenes del Duque, le respondió con un tono ronco y áspero.
Ahora que me acuerdo, dicho guardia era humano, rubio y de ojos azules, con la cara pálida y grandes ojeras debajo de sus ojos, era el único sin casco y lo que más destacaba, era que su pierna izquierda se encontraba enyesada.
Agradeciendo las direcciones dada, caminé por dentro de la ciudad, al parecer, las primera calle que viajaba por todo el diámetro interno se encontraba limpia y patrullada muy seguido por varios guardias así que no habría problema alguno, al menos eso fue lo que menciono uno de los guardias.
Ya dentro de la ciudad y mirando en los cruces, a lo lejos podía ver patrullas de caballeros y algunos aventureros rondando por algunas de las calles más adentro, a veces incluso vio a un grupo de patrulla peleando con algunas criaturas de mazmorra.
Debido a la lejanía, solo pudo percibir correctamente a uno, una Pesadilla, una criatura realmente peligrosa para aquellos con resistencia mental muy baja.
Son de aspecto negruzco y muy similar a al lodo en su parte inferior, en su parte superior es solo un torso con dos extremidades que simulan brazos en los cuales poseen garras alargadas de unos 20 stacks (metros) y de estas generan un veneno alucinógeno.
Si alguien es envenenado, puede caer en la locura debido a que es sumergido en un sueño estando despierto sobre sus propias pesadillas, su visión del mundo se distorsiona, lo que puede terminar ocasionando autolesiones o acciones que atentan contra la salud de otras personas, si uno sucumbe ante el veneno, puede quedar paralizado y ser digerido por la pesadilla tal como lo haría un limo, solo que no los digieren de modo inmediato, sino que el cadáver se queda dentro suyo por varios días haciendo que emitan un olor putrefacto.
En el torso poseen una boca llena de lo que parecía ser diente, pero en realidad son los huesos desgastados y puntiagudos de sus víctimas anteriores.
Presenciar una criatura tan peligrosa como esa en este lugar, solo le hizo preguntarse:
¿acaso en Tianna había nacido una mazmorra? Aun sabiendo que, de hecho, eso es imposible ya que todo el reino de Avalont cuenta con la protección de la diosa T'hua... o mínimo le habría avisado al rey para que evacuara la ciudad.
Sin embargo, una de las escenas que presencio le hizo apurar su paso hacia el hospital, era una pareja mayor, llorando desgarradoramente mientras sostenían el cuerpo de infante que recién acababan de sacar de unos escombros, incluso desde la distancia podía decirlo, ese niño ya estaba pasando el río de Sanbalermo.
Apretando el paso, y con el corazón temblando por aquella imagen, llegó finalmente al hospital, tal como dijo el guardia, era fácil de reconocer ya que, además de ser el único edificio en pie en los alrededores, varias carpas se alzaban enfrente de la entrada al hospital.
Parecía que afuera solo se encontraba los casos menores o aquellos en recuperación ya que la actividad era leve, por lo que era más probable que dentro del edificio fuera una odisea.
Tenía razón.
Tras cruzar el estrecho camino entre las carpas, llegue a la entrada, con solo poner un pie dentro, vi como las personas en su interior se movían sin mirar a su alrededor, enfocados en una sola cosa, ser de utilidad.
Con agilidad llegue al mostrador, ahí, una mujer de cabellos negros estaba revisando una tableta holográfica, una creación reciente del reino de Verne, por lo que sé, sirve para los registros nacionales, ya que están conectados a una especie de biblioteca donde se resguardan los datos de cada habitante del reino... al menos de cada habitante registrado.
—Nombre y edad de la persona que busca— sin alzar la mirada, la mujer continúo mirando la tableta, parecía concentrada.
—Necesito ver al director del hospital— dije con tranquilidad, por lo que pude ver, la mujer había estado haciendo un registro escrito sobre las personas que habían encontrado, aquellas que aún permanecían desaparecidas y las que había muerto.
La recepcionista frunció el ceño y alzó la mirada con molestia, solo en ese momento se fijo que la mujer era una Sheepsli, seres espirituales humanoides con aspectos de una oveja, puesto que sus ojos tenían una pupila horizontal y un par de orejas bovinas caídas ocultas entre sus cabellos.
Sin embargo, antes de que dicha mujer dijera algo, sus ojos se fijaron en la placa en su pecho. Era su placa de sanador.
—¡Tahka Pharmae! ¡Un sanador! — exclamó la mujer — sígame, señorita, la llevaré con el Jefe.Se levantó apresuradamente de su lugar y le indicó a uno de los enfermeros que parecía tener su primer descanso en horas que tomara su lugar.
El pobre parecía querer protestar, pero cuando me vio, cerro la boca y asintió. La recepcionista la llevó hasta el quinto piso, hacia la última oficina del lugar y claramente la más grande.
Algunas voces se escuchan al otro lado de la puerta, parecían discutir sobre qué hacer para aliviar la carga de los sanadores, quienes habían estado activos sin parar desde hace dos días.
*toc* *toc*
—¿Qué necesitan? Estamos en una reunión— un hombre de aspecto desaliñado abrió la puerta y preguntó con voz cansada, su rostro estaba pálido, y unas grandes ojeras descansaban debajo de sus ojos.
Respire hondo, calmado mi ansiedad por el pesado ambiente, recordando sus votos al recibir su insignia. Es una sanadora y tenía un deber.
—Soy Heather D'Medica, Sanadora de Pharmae— respondió con toda la seriedad que pudo reunir.
El hombre parpadeo y la miro de arriba abajo, solo cuando se fijo en la insignia en forma de pentágono invertido en mi pecho fue que cambió su expresión.
—Una seguidora de Pharmae... Tahka H'tua no nos ha abandonado — murmuro con alivio en su voz, e incluso su mirada de aspecto cansada se relajó, parecía que una carga había sido retirada de sus hombros. Pero no había tiempo para descansa, recuperó la compostura y dijo — No esperaba que recibiéramos ayuda tan pronto. Por favor, pase a mi oficina.
Dentro, la oficina estaba claramente desordenada, con pergaminos, libros y papeles esparcidos por todas partes. Tres personas ya estaban en una calmada discusión, igualmente con estado de ánimo bajo.
Uno de ellos, era un hombre mayor con un uniforme militar, claramente el general asignado a la ciudadela. El otro era un joven de aspecto aristocrático, era el duque Grahambell, el encargado del territorio. Y por último, una dama de aspecto severo y armadura dorada, perteneciente a la Guardia Real, observaba a los otros dos con dagas en su mirada, parecía que durante los últimos minutos había estado regañándolos.
—Señores y dama, se nos une una sanadora de Pharmae. Parece que aún hay esperanza — anuncio el jefe del hospital, interrumpiendo la discusión. El duque se inclinó brevemente.
—¡Gracias a los dioses! — exclamo— Wilson, prepara un carruaje para llevarla al palacio, de inmediato.
El general asintió y salió rápidamente de la habitación. Cuando salió, la mujer con armadura se le acercó y le dio un abrazo, era el recibimiento normal en Avalont.
—Soy Grace Joule, comandate de la guardia real de Avalont, bajo las órdenes del rey —se presentó con una pequeña sonrisa — gracias por estar aquí, sanadora Heather.
Y su alegría realmente no es por nada, el culto de Pharmae era considerado en varios continente como el mejor especializado en el arte de la curación, incluso yo era incrédula antes de ser aceptada como discípula de mi maestro, pero las cosas que vi y aprendí de él, solo pueden catalogarse como sabiduría otorgada por Dios.
Sin embargo, los requisitos para ser un sanador del culto de Pharmae son realmente difíciles de cumplir, por ello la rara ocasión en que uno se cruce en el camino de alguien. Además de, por orden del culto, tener que viajar constantemente, ya que un sanador no debe permanecer mucho tiempo en un lugar en el cual sus habilidades ya no son requeridas.
Me incline, levemente, como señal de respeto antes de dirigirme al duque.
—¿Por qué es necesario que vaya al palacio? ¿acaso aquí no hay suficientes heridos que puedan necesitar mi atención? — hice estas preguntas con un pequeño ceño fruncido ¿acaso querían acapararla?
—No se preocupe, la mayoría de los que están presentes en el hospital son personas enfermas que ya tienen un cuidado efectivo, al igual que otros con heridas tratables por los sanadores del hospital — respondió como si entendiera las intenciones de mis preguntas —sin embargo, había grupos de heridos más graves, así que son transportados de manera cuidadosa a mi palacio para evitar que sus heridas sean afectas por el ambiente en la ciudad.
Al escuchar sus palabras, permití que mis defensas mentales bajaran ligeramente para sentir de un modo más específico las emociones que emiten las personas en la ciudad y fue escalofriante. Era una mezcla de terror, ira, tristeza y muerte. Necesité unos segundos para sacudirme la sensación, entonces hice la inevitable pregunta:
—¿Qué fue lo que pasó en este lugar?
—no tenemos la suficiente información para reconstruir todo lo ocurrido, pero basándonos en los relatos de algunos de los caballeros estacionados permanentemente en la ciudad, de algunos civiles y de varios aventureros sabemos que lo primero que ocurrió fue una especie de explosión en el centro de Tianna que destruyo cerca de 20 cuadras a la redonda — comenzó a explicar el duque — luego de eso, mientras la gente se encontraba en pánico y aturdida por los ocurrido, criaturas de mazmorra comenzaron a aparecer, entre los reportados estaban pesadillas, mandrigos, ebats, marteles y algunas avispas de Shink.—luego de eso, apareció...
— Grace continuo — un Behemot, apareció en el centro de la ciudad, al parecer un grupo de aventureros llamado "Espinas rojas" y un grupo de la policía militar lograron destruirlo, sin embargo, también hay evidencia de que el Behemot estaba infectado con rapsodis.
Mi corazón acelerado por el miedo ante los hechos narrados casi se detuvo ante la última pizca de información.
El rapsodis es una especie de virus, no se tiene datos sobre su origen o su propósito, pero si sus síntomas, similares al de la rabia solo que en vez de comerse al huésped, lo controla, según los registros, los pocos sobrevivientes que fueron purificados, mencionan que lo primero que sientes es una aversión a la luz, seguida de fotosensibilidad y arranques de ira espontáneos, poco a poco esa ira parece convertirse en odio y sus arranques de violencia se vuelven contra las personas a las cuales el huésped tiene afecto, dependiendo de la intensidad, el odio se multiplica.
Lo último que se menciona es que el paciente infectado termina encerrado en su propia mente observando cómo el virus controla su cuerpo masacra a quienes conoce y quiere.
—¿todos los residuos del virus fueron eliminados? — pregunte con extrema seriedad, después de todo, incluso una pequeña partícula de la criatura infectada podría causar una pandemia muy peligrosa.
—Si, se revisó con un grupo de especialistas al final de la batalla, el campo parecía haberse limpiado de cualquier rastro del virus. — el duque respondió tranquilizándome.
Fueron solo unos segundos tras terminar la explicación que la habitación quedo en silencio, entonces la puerta se abrió con prisa.—¡Ya está el carruaje! — entró el general Wilson con prisa — Sanadora, por favor sígame, al parecer los héroes de esta ocasión no están en buenas condiciones, necesitan urgentemente su ayuda.
Después de esas palabras todo se movió rápido, de un momento a otro ya se encontraba en un carruaje tirado por una especie de lagarto cuadrúpedo de aspecto serpentino, era una gárgola sino se equivocaba.
La comandante Grace había ido con ella, mientras el general Wilson y el duque Grahambell se quedaban en Tianna, algo sobre protegerla por cualquier imprevisto en el camino.
Llegaron al palacio en unos cinco minutos, gracias a que el camino estaba despejado, la gárgola pudo ir a toda velocidad con facilidad.
Bajo del carruaje frente a las grandes puertas dobles del palacio y entro, ahí ya había algunas personas esperándola y tras presentarse brevemente fue llevada con las personas en peor estado crítico.
Eran seis personas, según los registros, cuatro eran aventureros que se vieron envueltos en la situación y los otros dos eran oficiales militares estacionados en la ciudadela.
Cuatro de ellos fueron fácil de tratar, los dos oficiales militares con fracturas conminutas en áreas del cráneo y torso, varios desgarres musculares de segundo grado, agotamiento mágico y contaminación del sistema metafísico lo que les estaba envenenando con miasma (aunque no gravemente).
Los otros dos, eran dos aventureros, un elfo y una semigigante, la elfo tenía agotamiento mágico severo, al punto que de no ser por su presencia se vería lisiada en su capacidad de utilizar magia ya que su filtro trifásico ya estaba contaminado con miasma de la ciudad, además de tener la cabeza abierta (probablemente por un objeto cortante). La semigigante, por un lado, tenía los desgarres musculares de tercer grado en sus extremidades y todos los cuerpos de su cuerpo fisurados.
Aun así, esos fueron fáciles.
Los últimos dos, una joven de especie desconocida, con una apariencia que la haría indudablemente humana, de no ser porque sus iris son rojos, su piel es extrañamente suave y fría al tacto y sus caninos superiores son como los carnívoros depredadores. Además de, según su familia, poder subsistir en base a sangre.
Tuve que ir a los registros en el grimorio para localizar su especie, es una Vhampir. Y el otro era un joven de la especie Drait'h, parientes de los dragones, los espíritus y los humanos.
No pude curarlos.
Logre que restauraran gran parte de sus heridas y eliminar toda la contaminación en sus sistema metafísico, pero tras pasar alrededor de 5 días tratándolos ninguno mejoro después de llegar a un punto.
Trate de darle sangre a la Vhampir, puesto que la familia de la paciente mencionó que eso en realidad estimularía su capacidad de regeneración, sin embargo, al hacerle beber sangre de un donante de su pariente, su cuerpo reaccionó de manera contraria a las esperadas causando más daño de lo esperado.
Mientras que el Drait'h (también pariente de la Vhampir) simplemente permaneció en coma sin signos de despertar, a pesar de ya haber tratado el forzarle a que lo hiciera... Y ahora, tras cinco días de trabajo duro y solo 6 horas de sueño... más o menos, finalmente tengo un descanso.
"La cama es muy cómoda."
Fin de la entrada.