El choque de los puños de Victor y Derek desencadenó una explosión de escala megaversal, desatando una energía tan inmensa que trascendió las dimensiones. La explosión tomó la forma de una cruz, irradiando un poder destructivo que atravesó el plano real y rasgó el tejido de la realidad misma. La tierra, los cielos, y más allá temblaron ante la magnitud del impacto.
En el instante de la explosión, el cielo de la Tierra se iluminó con una intensidad sobrenatural, captando la atención de todos los seres vivientes. La batalla titánica de Victor y Derek había dejado su marca en el cosmos.
Victor, con una fuerza renovada, lanzó otro golpe que envió a Derek a través de dimensiones, transportándolo a un lugar casi inexistente en el tiempo: una dimensión de diez dimensiones, un lugar abstracto y surrealista donde las leyes del tiempo y el espacio se difuminaban.
En este extraño reino, Derek se estabilizó, reuniendo la energía de su núcleo infinito. Con una precisión calculada, creó una bola de energía, comprimiendo la fuerza de múltiples universos en su interior. Con un rugido desafiante, lanzó la esfera de energía directamente hacia Victor, la bola de energía crepitaba con una intensidad que desafiaba la comprensión.
Victor, flotando en el vacío de esta dimensión abstracta, vio la bola de energía acercarse. Con una determinación inquebrantable, se preparó para enfrentar el ataque, consciente de que este enfrentamiento podría decidir el destino de todos los planos de existencia.
Victor, con una expresión de feroz determinación, levantó su mano y partió la bola de energía en dos. La explosión resultante iluminó la dimensión de diez dimensiones con una luz cegadora. Sin perder un instante, salió disparado hacia Derek, decidido a acabar con el combate.
Mientras avanzaba, los recuerdos de sus enfrentamientos pasados inundaron su mente. Primero, recordó su lucha contra Karla'k, el dios que le había impuesto la maldición de Evil Victor. Victor aplicó el arte marcial Kyokushinkai, sus golpes eran precisos y devastadores, combinados con ataques de energía que detonaban con cada impacto.
El segundo flashback lo llevó a la dolorosa batalla con su amigo Nine Sharon. Recordó la intensidad de la pelea, la desesperación y la resolución que sintió al enfrentar a alguien a quien una vez consideró un hermano. En ese momento, sus golpes eran imparables, una mezcla de arte marcial y energía pura que causaban explosiones con cada contacto.
Con la fuerza de esos recuerdos impulsándolo, Victor desató una serie de ataques devastadores sobre Derek. Sus golpes combinaban la técnica del Kyokushinkai con explosiones de energía, cada puñetazo y patada liberaban ondas de choque que reverberaban a través de la dimensión.
Derek, sintiendo la intensidad del asalto, apenas pudo mantener su defensa. Los impactos de Victor eran incesantes, cada uno más poderoso que el anterior. La fuerza combinada de su arte marcial y su energía amenazaba con desintegrar a Derek en cada momento.
Finalmente, con un grito de esfuerzo supremo, Victor lanzó un golpe final, canalizando toda su energía y determinación en un solo ataque. La explosión resultante resonó a través de todas las dimensiones, marcando el clímax de su enfrentamiento épico.
Derek soportó el devastador golpe, la explosión los devolvió a su mundo. Al recuperar la orientación, ambos combatientes se encontraron en un enfrentamiento aún más feroz. Victor, con una mirada de seriedad absoluta, lanzó un ataque titánico.
"¡Radiance of God!" exclamó Victor, su puño brillaba con la intensidad de 7 billones de masas solares y tenía un radio de 8 millones de años luz. Utilizando su técnica de usagi Instantáneo, se teletransportó directamente frente a Derek y lo golpeó en el rostro. La fuerza del impacto los lanzó a una velocidad infinita hacia la galaxia de Andrómeda.
El golpe de Victor no solo fue físico, sino que llevó consigo toda la energía cósmica acumulada. Derek, sintiendo el poder abrumador del ataque, intentó resistir, pero la fuerza era monumental. Las estrellas y planetas a su alrededor parecían desenfocarse por la velocidad extrema con la que viajaban.
Ambos se estrellaron en el núcleo galáctico de Andrómeda, causando una explosión de energía tan inmensa que las ondas de choque se sintieron a través de múltiples galaxias. El cosmos mismo pareció estremecerse ante la magnitud de su combate. Mientras el polvo cósmico y los restos de estrellas se asentaban, Victor y Derek quedaron flotando en el vacío, ambos agotados pero aún determinados a no rendirse.
Victor, respirando con dificultad, observó a Derek. "Esto debe terminar aquí y ahora," pensó, preparándose para el enfrentamiento final.
Derek escupió un poco de aceite, que en su caso era como si fuera sangre. Se limpió la boca con el dorso de la mano metálica y miró a Victor con una expresión de resolución inquebrantable.
"Esto no ha terminado," dijo Derek con voz mecánica, sus ojos brillando intensamente.
Victor, con su cuerpo todavía envuelto en la energía cósmica, respiraba con dificultad pero no mostró signos de retirada. La batalla entre ellos no era solo física, sino también una lucha de voluntades y determinación.
Ambos combatientes se lanzaron el uno contra el otro una vez más, sus ataques resonando a través del cosmos.
Victor sentía cómo su poder y la tensión muscular comenzaban a fallarle. Sabía que debía terminar el combate rápidamente antes de que su cuerpo sufriera daños irreparables. Con cada segundo que pasaba, la presión aumentaba, y su determinación se hacía más fuerte.
Con un último esfuerzo, Victor concentró toda su energía restante en un ataque final. Sus ojos brillaban con una intensidad feroz mientras gritaba: "¡Esto termina ahora!"
Derek, en un último acto de desesperación y determinación, aumentó su poder al máximo. Una bola de energía intensa se formó en su puño, brillando con un fulgor casi cegador. Victor, reconociendo la gravedad de la situación, reunió sus últimas fuerzas y preparó su propio puño, rodeado de un aura de energía pulsante.
Ambos guerreros se lanzaron al vuelo simultáneamente, sus cuerpos atravesando el espacio a una velocidad vertiginosa. El impacto fue monumental. Cuando sus puños chocaron, la explosión resultante fue de una magnitud inimaginable, desatando ondas de choque a través del cosmos.
La energía liberada en el choque fue tan colosal que superó los límites de sus transformaciones. La explosión disipó sus auras de poder, desactivando sus formas más poderosas. Victor y Derek quedaron flotando en el vacío del espacio, sus cuerpos exhaustos y desprovistos de la energía que los había impulsado hasta ese momento.
El silencio se hizo en el vasto vacío, roto solo por las respiraciones jadeantes de los dos combatientes. Derek, con su cuerpo mecánico dañado y chispas saliendo de sus circuitos, miró a Victor con una mezcla de respeto y agotamiento.
"Es suficiente," dijo Derek con voz entrecortada. "Tu fuerza es abrumadora. No puedo continuar."
Victor, apenas capaz de mantenerse consciente, asintió. Sabía que había dado todo lo que tenía, y la victoria, aunque temporal, era suya.
Ambos comenzaron a caer lentamente hacia la Tierra, sus cuerpos sin energía descendiendo a través de la atmósfera. Victor, en un último esfuerzo de voluntad, usó sus poderes restantes para frenar su caída y la de Derek, asegurándose de que ambos aterrizaran de manera segura.
Victor tocó el suelo, respirando con dificultad, sus músculos doloridos y su cuerpo al borde del colapso. Derek cayó a su lado, su sistema mecánico al borde del fallo total. A pesar de la enemistad, había un entendimiento tácito entre ellos.
"Hoy has demostrado ser más fuerte," admitió Derek, su voz metálica debilitada. "Pero la lucha no ha terminado."
Victor asintió, sabiendo que más desafíos vendrían. Pero por ahora, había logrado proteger a los suyos una vez más. Miró hacia el horizonte, donde el sol comenzaba a elevarse, señalando el comienzo de un nuevo día.
Con sus últimas fuerzas, Victor comenzó a caminar hacia su hogar, donde su familia lo esperaba. Sabía que necesitaría tiempo para recuperarse, pero con el apoyo de sus seres queridos, estaba listo para enfrentar cualquier cosa que el futuro le deparara.
Mientras Victor avanzaba, débil pero determinado, Derek comenzó a experimentar una transformación. Su núcleo infinito, una fuente de energía inagotable diseñada por Metatron, entró en acción. Nanobots diminutos emergieron de su cuerpo, reparando rápidamente los daños sufridos durante la batalla. Circuitos chisporroteantes se reconectaron, y su piel sintética se regeneró, volviendo a su estado original. Incluso su cerebro, una amalgama de biotecnología y circuitos avanzados, se recuperó de cualquier daño.
Victor, al percatarse del resplandor y los sonidos detrás de él, se giró lentamente. Observó cómo Derek se levantaba, ahora completamente restaurado. La transformación era impresionante, un testimonio del poder y la tecnología avanzada de Metatron.
"Pensaste que habías terminado conmigo," dijo Derek, su voz más fuerte y clara que antes. "Pero mi núcleo me hace inmortal."
Victor, aunque exhausto, no mostró miedo. Sabía que la batalla podría continuar, pero también entendía que enfrentarse a Derek nuevamente en su estado actual sería inútil.
"No busco destruirte," respondió Victor con voz firme. "Solo quiero proteger a los míos."
Derek, aunque regenerado, mostró un destello de comprensión en sus ojos. "Eres fuerte, Victor. Más fuerte de lo que imaginé. Pero este conflicto no se trata solo de fuerza física. Es una prueba del destino."
Victor asintió lentamente, sabiendo que el verdadero desafío no era solo físico sino también moral y emocional. "Entonces, ¿qué harás ahora?"
Derek se quedó en silencio por un momento, evaluando la situación. Finalmente, dijo: "Metatron me envió para eliminarte, pero he visto tu determinación y sacrificio. Informaré a Metatron sobre tu poder y tu voluntad. Pero ten cuidado, Victor. Esto no ha terminado."
Con esas palabras, Derek dio un salto, sus propulsores se activaron, y se elevó hacia el cielo, desapareciendo en la distancia.
Victor observó el cielo por un momento, sabiendo que más desafíos vendrían. Pero por ahora, la amenaza inmediata había pasado. Se volvió y continuó su camino hacia su hogar, con la determinación de estar preparado para lo que sea que el futuro le deparara. Al llegar, sus esposas y su familia lo recibieron con abrazos y consuelo, proporcionando el apoyo y la fuerza que necesitaría para enfrentar los días venideros.
Victor caminaba lentamente hacia su casa, sus pasos pesados y su cuerpo agotado por la intensa batalla. Al llegar a su hogar, se detuvo por un momento, respirando profundamente y tratando de recuperar algo de energía. Con una mano temblorosa, tocó la puerta.
Desde adentro, se escucharon voces y pasos apresurados. La puerta se abrió rápidamente, revelando a sus esposas, con expresiones de preocupación y alivio al verlo.
"Victor, estás herido," dijo una de ellas, acercándose rápidamente para ayudarlo a entrar.
"Estoy bien," respondió Victor con una sonrisa cansada, "solo necesito descansar un poco."
Lo llevaron adentro, apoyándolo mientras caminaba hacia el sofá. Sus hijos, alertados por el alboroto, se acercaron rápidamente, con los ojos llenos de preocupación.
"Papá, ¿qué pasó?" preguntó su hijo mayor, José, mientras observaba las heridas visibles en su padre.
"Solo tuve un pequeño encuentro," respondió Victor, tratando de restar importancia a la situación. "Pero estoy aquí, y todo estará bien."
Mientras sus esposas comenzaban a atender sus heridas, Victor miró a su hija adoptiva, Gaby, que estaba en su cuna. A pesar de todo lo que había pasado, ver a su familia sana y a salvo le dio la fuerza que necesitaba para seguir adelante.
"Te protegeré, Gaby," murmuró, recordando la promesa que había hecho.
Sus esposas trabajaron juntas para curar sus heridas, aplicando vendajes y utilizando poderes curativos menores que conocían. Poco a poco, Victor comenzó a sentirse mejor, aunque sabía que necesitaría tiempo para recuperarse por completo.
Mientras se recostaba en el sofá, rodeado por su familia, Victor sintió una paz temporal. Sabía que Derek y Metatron seguirían siendo una amenaza, pero en ese momento, estaba agradecido por estar con aquellos que amaba.
"Gracias a todos," dijo finalmente, su voz apenas un susurro. "Gracias por estar aquí."
Con esas palabras, cerró los ojos, permitiéndose descansar finalmente, sabiendo que mientras tuviera a su familia a su lado, podría enfrentar cualquier desafío que se le presentara.
Fin.