He Tiantian observaba a las personas a su alrededor con mirada fría, Li Mingkai ya había empezado a hacer insinuaciones a Qi Xiaoyan.
Sin embargo, parecía que Qi Xiaoyan no tenía sentimientos especiales hacia Li Mingkai, lo que reconfortaba un poco a Tiantian—¡sus medidas preventivas no habían sido en vano después de todo!
En cuanto a Qi Fangfang, Dios mío, era extraño—realmente tenía planes para Li Mingkai. Cuando veía a cualquier mujer mostrar interés en Li Mingkai, se erizaba como un erizo, ¡como si quisiera correr hacia ella y apuñalarla hasta la muerte!
Hahaha, ¡lo tengo!
Li Mingkai y Qi Fangfang, ¡qué pareja perfecta!
¡Uno es un sinvergüenza, un amante infiel!
La otra es una villana, despreciable y avara!
Con este pensamiento en mente, He Tiantian reflexionaba sin cesar sobre cómo podría unir a estos dos.
La situación actual era algo especial—hombre indiferente, doncella interesada.
Pero afortunadamente, siempre había alguien que daba el primer paso.