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Qi Shushen tomó varias respiraciones profundas antes de continuar, ya que la siguiente parte era crítica.
—¿Qué necesito hacer para ver a mi madre? —preguntó Qi Shushen con voz solemne, sin poder esperar más.
Él era de mediana edad, gozaba de buena salud y podía permitirse esperar, pero su madre ya estaba en sus sesenta, acercándose a los setenta, y no le quedaban muchos años para esperar.
—Señor Qi, lo que necesitamos hacer es permitir que innumerables personas como usted, separadas de sus familias, regresen a su patria lo antes posible. Por favor, ayúdenos —dijo Huo Yingjun, usando la palabra "ayuda", lo que hizo que Qi Shushen se sintiera más tranquilo.
—¿Entonces cuándo podré ver a mi madre? —Qi Shushen, tan inteligente, entendió lo que tenía que hacer sin que Huo Yingjun lo dijera directamente.