—Tú, ni siquiera lo pienses. He Tiantian tiene un amor de infancia, y son realmente cercanos. Cuando sean mayores, sacarán sus certificados de matrimonio —dijo Niu Dajun, explicando a su compañero de armas que era su primer encuentro y, a lo mucho, tenía una buena impresión de He Tiantian, lo cual estaba lejos de gustarle, mucho menos amarla. Ahora que todo estaba aclarado, dado el sentido de lo correcto e incorrecto de su compañero, probablemente sabría dónde marcar el límite.
—Eres tan sobresaliente, no deberías preocuparte por encontrar una buena chica —dijo Niu Dajun—. Además, no solo mires las apariencias, ¡el interior también importa!
—¿Te habrías enamorado de Qi Xiaoyan si no fuera atractiva? —replicó Qi Ling. Niu Dajun, bien alimentado y desconocedor del hambre, había encontrado una pareja bonita, entonces, ¿por qué no podía él buscar a alguien atractivo?
—Je je —rió Niu Dajun ingenuamente—. Es pura coincidencia, pura coincidencia.