Después del desayuno y de ordenar, Zhuang Qingning planeó dirigirse al pueblo.
Zhuang Qingsui miró con entusiasmo a Zhuang Qingning —¿Estás ocupada otra vez hoy, Hermana?
—Sí —Zhuang Qingning asintió—. El puesto de fideos de cristal picantes y agrios en el pueblo abre hoy, necesito ir a echar un vistazo.
Al ver la mirada vacilante de Zhuang Qingsui, Zhuang Qingning frunció los labios.
Últimamente había estado ocupada con el taller en el Pueblo Miao, luego ocupada con el puesto de fideos de cristal picantes y agrios en el pueblo. Rara vez tenía tiempo para quedarse en casa.
Hacía tiempo que no pasaba tiempo adecuadamente con Zhuang Qingsui.
—Una vez que termine con el puesto, me quedaré en casa y pasaré tiempo contigo —Zhuang Qingning se rió.
Habiendo dicho eso, de repente recordó que después del puesto en el pueblo, el de Cheng abrirá en el pueblo del condado, también tendría que ir a echar un vistazo. Si realmente pudiera descansar, probablemente no sería hasta el 15.