Decir que alguien robó era una palabra muy grave en esta escuela. Así que cuando la profesora de aula escuchó esto, sus labios rápidamente se curvaron hacia abajo. ¿Qué más? Era demasiado temprano, y la clase ni siquiera había comenzado, pero algo como esto ya estaba sucediendo, algo que nunca había pasado antes.
—Patricia, trata de calmarte primero —dijo la profesora de aula mientras se ponía frente a la clase, colocando su libro sobre la mesa—. Robar es una palabra muy fuerte. Cuéntame exactamente qué pasó. Cada detalle.
La habitación cayó en silencio, y la profesora miró a la presidenta de clase.
La chica de la esquina se levantó lentamente de su asiento y explicó la situación de una manera más detallada.