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—Si yo fuera tú, daría un paso atrás. Si decides pelear contra mí, terminarás justo como él. Estoy segura de que viste que no solo golpeo a la gente; les pego donde más duele, y acaban desmayándose al instante.
El hombre miró a Penny antes de que su nariz se arrugara, soltando un corto gruñido —¡Crees que puedes meterte con nosotros solo porque tuviste suerte, niñita!
Tan pronto esas palabras salieron de su boca, él dio un gran paso y extendió la mano hacia Penny. Sin embargo, sus acciones y respuesta no la sorprendieron en absoluto. Cuando el hombre entró en su cercanía, ella torció su cuerpo hacia un lado, agarrando sus musculosos brazos con ambas manos. Utilizando un truco que Wild le había enseñado para pelear contra un tipo grande, colocó un pie detrás de su pierna y lo empujó hacia atrás.
THUD!
Los ojos del hombre se abrieron de par en par, más en shock que sorprendido cuando su espalda aterrizó violentamente en el suelo.
