—¡BUM!
—¡Ay! —Grace dio un respingo cuando su espalda golpeó el taburete, retorciéndose de dolor—. ¡Ginnie!
—Ugh... —Ginnie se quejó, tocándose la cabeza palpitante.
Cuando Aiden empujó a Grace, Ginnie instintivamente trató de atraparla. Sin embargo, todavía intoxicada, apenas logró sostener a Grace. Como resultado, Ginnie perdió el equilibrio y golpeó su cabeza contra el taburete, cayendo más atrás.
—Ginnie, ¿estás bien? —preguntó Grace, a pesar del dolor en su espalda.
Ginnie la miró de reojo, sonriendo con ironía.
—Sí. El alcohol simplemente me mareó un poco, pero en general estoy bien.
Mientras las dos evaluaban su condición, continuaron escuchando la voz de Lily.
—¡Para! ¿Estás loco? ¡Déjame ir, te lo digo! —Lily gritaba a todo pulmón, poniendo todo su peso en los pies para frenarlo—. ¡Oye! ¡Ayúdame! ¿No ves que me está arrastrando fuera de aquí? ¡Si me pasa algo, os demandaré a todos!