Enamorarse de una mentira era lo más aterrador que habían escuchado. Aunque Ginnie y Grace actualmente no tenían pareja, escuchar los comentarios de Lily despertó en ellas una nueva conciencia sobre los hombres. Penny era la única que no tenía miedo, sabiendo que su esposo era el mejor y siempre lo sería. Sin embargo, Nina se sentía la más aterrorizada. Aun así, no lo demostró y simplemente sonrió tímidamente.
—Oh, ¡Lily! ¡No importa! ¡Casémonos! —exclamó Ginnie, abrazando a Lily mientras esta comenzaba a llorar. Lily soltó una risita entre lágrimas, dando golpecitos en el brazo de Ginnie.
—¡Deberíamos! —sollozó Lily, abrazando a Ginnie de vuelta—. Oh, Ginnie, ¿puedes ver ahora mi corazón roto?
—Por favor, no me muestres tu pecho.
—Pero son buenos —frunció el ceño Lily, dudando con sus ojos llorosos—. ¿No lo son?
—¿Te hiciste una cirugía de aumento de pecho?
—¿Crees que lo hice? —Lily felizmente se agarró los pechos, haciendo que Penny y Grace sacudieran la cabeza.
