—¿Es… Finn?
Las comisuras de la boca de Nina se alzaron emocionadas. Descartó el mensaje que estaba a punto de enviar a Yuri y marcó rápidamente el número de su prometido. Sonó varias veces antes de que la llamada se conectara.
—¿Nina? —La voz de Finn sonaba sorprendida, haciendo sonreír a Nina con picardía.
—Finn, ¿dónde estás? —ella preguntó juguetonamente.
—En el trabajo.
Ella hizo una pausa y alzó las cejas. —¿Hmm? —musitó, echando un vistazo al grupo que estaba al final del pasillo—. ¿Reunión de negocios?
—No, en la oficina.
—... Nina presionó sus labios, con la mirada fija en Finn, que estaba con el grupo, su móvil en la oreja—. ¿En la oficina? ¿Ahora mismo?
—Mhm.
—Ah…
—¿Por qué preguntas?
Nina intentó sonreír, dando un gran paso hacia un lado para esconderse. —Nada —susurró para sí misma—. Solo… te extrañaba.
—Jaja. ¿En serio?
—Mhm.
—¿Debería verte más tarde?
—No. Hoy salgo con Penny —dijo ella—. De todas formas, ¡ella está aquí! Adiós.
—Mhm. Diviértete.