—Estoy justo aquí. —Renren la miró. Apenas podía oír su murmuro. No parecía que ella lo hubiera escuchado.
Aun así, una sonrisa se le dibujó en el rostro. Verla le tranquilizaba el corazón. Sus ojos se desviaron lentamente hacia los transportines, haciéndole sonreír. Se sentó en silencio y colocó el transportín que traía junto a él, tomando el donde estaba Chunchun.
Miau.
—Chunchun, espera un minuto… —Penny intentó salir, pero su camiseta se atoró—. Solo estoy un poco atascada—voy enseguida…
Después de romper la pequeña rama que estaba atascada en su camisa, Penny se sacó a la fuerza. Usó más fuerza de la necesaria, haciéndola caer sobre algo.
—¡Ah! —Penny se frotó la parte trasera de la cabeza y miró hacia atrás para ver dónde había caído. Su cara se contrajo en el segundo en que vio a Renren, que tenía la espalda arqueada como si se la hubiera roto—. ¡Oh, no! ¡Lo siento—lo siento mucho!