Ying Tianlu había pensado que el sueño en el que veía a Ying Zijin morir debido a la extracción de sangre era solo una coincidencia.
Después de ver que Ying Zijin estaba bien, sacó ese sueño de su mente.
Después de todo, no era precisamente un recuerdo agradable.
Pero estos últimos dos días, empezó a soñar de nuevo, el mismo sueño que antes.
Como la primera vez, Ying Tianlu quería despertarse del sueño pero no lo lograba; tenía que ver todo el sueño desplegarse.
—¿Qué tipo de sueño? —el Viejo Maestro Zhong estaba preocupado—. ¿Una pesadilla? No tengas miedo, todo es falso.
Al escuchar esto, Ying Tianlu dio una sonrisa amarga:
—Tal vez no.
Él también solía soñar, pero nunca se había sentido tan real como ahora.
—¿Deberías tomar alguna medicina? —el Viejo Maestro Zhong reflexionó—. Organizaré una cita con un doctor de Medicina Tradicional China para ti, para que te regules.
Ying Tianlu asintió:
—Gracias, Abuelo.
