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Ying Zijin ni siquiera miró hacia aquí. Se mostró distante y bostezó:
—¿Jugar al baloncesto? Ustedes pueden jugar 2 contra 1.
Al oír esto, Jiang Ran dejó de prestar atención a Ying Yuexuan y recogió contento el balón de baloncesto, moviendo la cola mientras se dirigía a la cancha.
Ying Yuexuan aún permanecía ahí, atónita, con el sudor frío empapando su uniforme escolar.
Unos segundos más tarde, sus labios finalmente temblaron.
Ella creía que las palabras crueles que Jiang Ran había dicho definitivamente no eran solo amenazas vacías.
Las chicas la alcanzaron y colocaron un teléfono móvil frente a ella:
—Yuexuan, te lo dije, no fue Ying Zijin, fue Su Ruan, la exesposa del Joven Maestro Mayor de la Familia Fu.
Ying Yuexuan ni siquiera podía esbozar una sonrisa, solo sentía un dolor ardiente en su rostro que la hacía sentir agitada.
Bajó la cabeza, no dijo nada y salió apresuradamente del campo con sus libros en brazos.
