Ying Zijin se frotó la cabeza y abrió los ojos para mirar.
Sus cejas y ojos cayeron ligeramente, agregando un toque de frescura helada a la leve irritación que ocultaba.
Lo que Xiu Yu le mostró fue un video.
El video estaba tomado desde un ángulo de selfie, y la protagonista era una chica rubia de 17 años.
La chica hablaba en inglés, intercalando de vez en cuando algunos términos en latín, algunos de los cuales eran oscuros y difíciles de entender.
Sin embargo, había subtítulos en chino debajo del video, que básicamente transmitían que la chica sabía acerca de un número uno en el ranking global de ISC del País Hua, muy impresionante de hecho, y quería desafiar a este número uno del ranking global en las finales internacionales.
Las tendencias de búsqueda en microblog iban así.
N.º 1: #Irina, número uno en el ranking global#
N.º 2: #Desafío del País Y#
—Este genio te está desafiando —dijo Xiu Yu—. Daddy Ying, ahora eres famoso en todo el mundo.
