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Esta dulcería fue abierta por una pareja, completamente artesanal, con cantidades limitadas diarias, por lo que solo se puede encontrar en la ciudad vecina a la Ciudad de Shanghái.
Pero debido a su excelente sabor, muchas personas hacían cola todos los días.
Una vez, una familia de la Ciudad de Shanghái incluso ofreció apoyo capital para ayudar a la pareja a expandir su tienda, pero fueron rechazados.
Ying Tianlv fue allí al mediodía y se unió a la cola de tres horas antes de poder hacer su compra.
Estos últimos días, había pensado mucho.
Las cosas que pudo haber hecho, habiendo sido retrasadas durante tantos años, realmente no podían ser corregidas, solo podía compensar de varias formas.
No era un hermano mayor calificado, pero se esforzaría seriamente en convertirse en uno.
Los oídos de Ying Yuexuan zumbaban, su mano se detuvo en el aire, y pasó justo a roce de Ying Tianlv.
La sonrisa en su rostro se solidificó lentamente y gradualmente palideció.