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Al escuchar tal comentario de improviso, Xiu Yu inhaló agudamente.
En el pasado, hubiera pensado que Ying Zijin estaba bromeando.
Pero no esta vez.
Un cuadro al óleo dibujado casualmente había atraído la atención de un distinguido profesor de la Real Academia de Artes del continente O; diseñar ropa seguramente no sería más difícil.
Xiu Yu miró a su alrededor, bajando la voz —Daddy Ying, ¿cuándo te colaste en Medios Chuguang?
—No me colé —bostezó perezosamente Ying Zijin—, lo hice abierta y legalmente.
—Ay, yo también quiero entrar en Medios Chuguang —dijo Xiu Yu con entusiasmo—. Daddy Ying, ¿qué tal si después de graduarme trabajo como limpiadora junior en Medios Chuguang, solo para limpiar las habitaciones de nuestros niños?
Jiang Ran, que estaba a punto de quedarse dormido, se animó un poco al escuchar sus palabras —¿Qué? ¿Quieres trabajar de limpieza? Entonces ven a mi casa, te pagaré cien mil al mes.
Con un 'pop', Xiu Yu golpeó una manzana en la cabeza de Jiang Ran.
