—Está justo adelante. Tomemos un breve respiro mientras envío algunas abejas para recoger información —las palabras de Kisha salieron entre jadeos. Habían estado corriendo todo el día sin parar mientras luchaban, su cuerpo no estaba tan fuerte como estaba acostumbrada y ya había alcanzado su límite mientras se sentía letárgica y caliente. Sentía su sangre bombear hacia su cerebro como si estuviera a punto de explotar. No sabía si había llevado su cuerpo más allá del límite.
—¿Estás bien? —Duke se acercó a ella, preocupación marcada en su rostro al notar su tez sonrojada y respiración dificultosa.
—Sí, solo necesito un momento para recuperar el aliento —Kisha tranquilizó a Duke, ofreciéndole una sonrisa tranquilizadora a pesar de su agotamiento.