—Eres una estúpida perra —dijo Zhang Bo, incrédulo recubriendo profundamente sus palabras mientras enfatizaba cada una, alargándolas.
—¿Por qué te salvaríamos? ¿No tienes tu propia familia, un padre, madre, hermano, primos y otros que podrían haber venido en tu rescate? Qué audaz sentido de derecho tienes para pensar que los Zhang te debemos algo. ¿Hay algo que hayas hecho por nosotros en el pasado para que te debamos un favor tan gigantesco?
Sus razones para hacer lo que había hecho no tenían ningún fundamento. No eran su familia, ni siquiera cuando salía con Caishen. ¿Cómo podía fallar en culpar a su propia familia por no rescatarla y en cambio culparlos a ellos?
—Si crees que me hubiera casado contigo después de todo lo que hiciste entonces no me conoces tan bien como crees conocer a Lai Yanfang —dijo Caishen.