Ciudad de Shanghái.
Dentro de una suite presidencial en el Hotel Landis, Lai Yanfang miraba por la ventana abierta al edificio de enfrente. Hacía frío, no tenía chaqueta, guantes ni nada que la protegiera del frío invernal. Sin embargo, parecía completamente inmune, como si no le afectara.
Había una taza de té sobre el alféizar de la ventana, pero se había enfriado hace tiempo y pequeños copos de nieve caían lentamente en ella, llevados por el viento.
El edificio que Lai Yanfang observaba tan intensamente era el lugar donde se celebraría la exposición de construcción y edificación. Era el lugar donde Caishen debía haber estado ese día, independientemente de los rumores en línea.
La familia Zhang nunca dejaba de trabajar ante un escándalo. Siempre seguían adelante para proyectar una imagen de fortaleza e indiferencia.
—No está aquí —susurró lentamente Lai Yanfang.
Su expresión facial era neutra, ocultando las verdaderas emociones que sentía por su ausencia.