Alix caminó calmadamente hacia la cama, por el lado opuesto a Jing Hee. Fingió una mirada de ternura y parecía estar cediendo a la súplica emocional que Billi acababa de hacer.
Incluso se quitó uno de sus guantes y acarició suavemente a la hermana de Billi. Era algo que había hecho muchas veces antes en su infancia.
Su acción hizo que Billi se sintiera internamente complacida. Intentó ocultar la sonrisa que se formaba en sus labios, pero falló. Esperaba que Alix ahora se rindiera y les diera lo que querían.
Pero lo único que sucedió fue dolor, mucho dolor. Alix de repente agarró el cabello de Billi con increíble fuerza y tiró su cabeza hacia atrás.
Unas hebras de cabello se rompieron de las raíces, haciendo que Billi gritara en voz alta por todo el dolor que estaba experimentando.
—Tú y tu madre nunca aprenden y no escuchan bien —le dijo Alix.