Si fuera necesario, tendrían que votar sobre el plan. Alix estaba teniendo en cuenta su opinión porque se trataba de una tarea del gremio. Si estuviera sola, ya estaría a mitad de camino en la tarea.
Impaciente por comenzar, miró a los demás, uno por uno, estudiando sus rostros y leyendo sus reacciones.
Como de costumbre, Muerte Oscura no la defraudó y la asesina se rindió primero.
—Eres la líder y ya has ganado una batalla final antes, así que seguiré tu liderazgo.
Luego, Alix miró a Bichu y el guerrero de la espada asintió. La última fue Héroe. Ella era más obstinada que los otros dos. Si alguien se opusiera vocalmente a este plan, sería el paladín.
—Solo faltas tú ahora —le dijo Alix.
—Hagámoslo —ella desplegó sus alas.
Alix abrió un pergamino de teletransportación y los cuatro se tomaron de las manos. Juntos, desaparecieron de donde estaban.
Tan pronto como desaparecieron, una figura se formó a partir de una de las sombras de los árboles que estaba en el suelo.
