—¿Cómo que no? —le preguntó Muerte Oscura.
Alix tenía un arma secreta, un pergamino de teletransportación de quince millones de yuanes. —La agarramos y usaré un pergamino de teletransportación para sacarnos de ahí inmediatamente. El botín no es lo importante para esta tarea, el mapa lo es.
Muerte Oscura se movía inquieta y levantaba la cabeza para hablar con Alix.
—Deja de moverte o te soltaré —la amenazó Héroe.
La asesina dejó de moverse, pero se aseguró de poder ver la cara de Alix. Otro golpe de envidia impactó a la asesina porque Alix tenía toda la buena suerte. Primero la bestia voladora, luego el dragón y ahora un pergamino de teletransportación.
—¿Cómo conseguiste eso? ¿Qué tarea realizaste para obtener la recompensa y fue una tarea única o se puede replicar? —preguntó ella.
El corazón de Alix se saltó un latido y se tapó la boca en el mundo real. Había hablado un poco más de lo necesario.