El consejo de Yura era sensato y sabio. Sus palabras valían la pena considerarlas antes de que ella pudiera tomar su decisión después de todo, su madre política había estado en el negocio del entretenimiento mucho más tiempo que ella.
Tanto si se trataba de componer música como de venderla, sería más fácil si tuviera algún tipo de fama.
Aun así, lo pensaría un rato y también hablaría con Caishen al respecto. Fue ella quien sugirió que su matrimonio fuera lo más real posible.
No podía tomar decisiones sola que pudieran afectar sus vidas de alguna manera por sí misma.
—Gracias por el consejo, madre política —dijo, con una sonrisa.
Y gracias por llamarme talentosa y decir que tendré éxito. Había pasado mucho tiempo desde que un miembro de la familia creyera en ella.
—En, ya debería irme —Yura le dijo.
—Espera —Alix le dijo.
Ella abrió la puerta de su coche y su mano se extendió hacia la cesta de flores que había dejado dentro.