Alix colgó antes de que Billi pudiera completar sus palabras. Escucharla le hacía sangrar los oídos. Lo que sí tenía era una respuesta a la fuente de sus problemas y eso la complacía enormemente.
De hecho, no podía evitar pensar que había tardado un poco demasiado en unir los puntos. Por supuesto que Billi estaba detrás de esto, ¿quién más podría ser?
—Pequeño pitufo, ¿qué puedes averiguar sobre la Señora Qiang, cualquier cosa en su vida personal que pueda usar a mi favor?
—Este sistema no es tu anfitrión detective personal —respondió con arrogancia.
—Cuanto más rápido resuelva este problema, más rápido podré ir al mundo de los juegos —respondió ella.
El sistema sería lo que ella necesitara que fuera si ambos iban a lograr sus objetivos después de todo, él la estaba usando tanto como ella lo estaba usando a él.
—Dame un minuto o dos para investigar en tu internet y ver qué puedo averiguar.
Estaba enfurruñado, ella podía escucharlo en su tono.