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El apodo era inconfundible.
Flor de Haitang.
Yu Tang.
Yu Xiheng, sin importarle que su personaje yaciera inerte en el juego, agarró su teléfono y marcó un número.
Su voz era indescifrable entre alegría o enojo —Yu Tang.
—¡Tío Nueve! —Yu Tang cerró rápidamente su computadora—. Voy a dormir ahora mismo, ¡ahora mismo!
—Ten cuidado en línea —Yu Xihe habló con tono sereno—. Conoce el trasfondo de las personas que encuentres, especialmente del sexo opuesto, antes de hacer amistad con ellas.
—No te dejes engañar por la apariencia atractiva de un personaje del juego; la persona real podría ser un vagabundo.
Yu Tang estaba confundida.
¿Qué he hecho en línea?
Incapaz de entender la actitud de Yu Xiheng, aceptó humildemente la regañina —Tío Nueve, tienes razón. Seré definitivamente cuidadosa y no dejaré que nadie me engañe emocional o financieramente.
Yu Xiheng respondió con calma —Mhmm, no confío en tu inteligencia.
