Tras finalizar el contrato del programa con Si Fuqing, el subdirector había solicitado con entusiasmo fondos de Gran Xia TV. Había estado esperando ansiosamente el día en que pudiera volar directamente a Ciudad Lin.
Al fin, había llegado el día.
Incluso había planeado una fiesta de celebración en Ciudad Lin una vez que se firmara el contrato.
El gerente se detuvo a mitad de paso y giró la cabeza, cruzando la mirada con el subdirector, cuyo rostro rebosaba de emoción.
Algo en el rostro del subdirector le parecía extrañamente familiar, así que se detuvo.
Al ver al gerente, el subdirector se volvió cauteloso de inmediato. —Señorita Si, ¿quién es este?
—Una persona sin importancia —Si Fuqing hizo un gesto hacia una silla—. Por favor, tome asiento.
—Ah, de acuerdo —el subdirector se sentó, aliviado—. Mientras sea una persona sin importancia, está bien.
Había temido que alguien intentara robarle su talento.
