—No pocos aprendices se regocijaban en la schadenfreude, deleitándose en la desgracia de Yan Yuanze.
Con la cabeza palpitante y retumbante, Yan Yuanze apenas podía oír las voces murmurantes a su alrededor. Aceleró el paso, corriendo al baño como si el viento lo impulsara.
Después de salpicar su rostro con agua fría varias veces, Yan Yuanze recuperó gradualmente su compostura.
Incluso sin la guía de Si Fuqing, había llegado a los cincuenta y cinco mejores.
No dudó ni un segundo en que aseguraría un lugar para debutar.
Si Fuqing lo lamentaría entonces, al no tenerlo como una opción para el debut.
Hirviendo de enojo, Yan Yuanze golpeó la pared con el puño y regresó a su dormitorio con una expresión severa.
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Mientras tanto, en el Salón de Baile 2.
Xie Yu retomó su actitud relajada.
—Se inclinó y cogió una lata de coca de una caja cercana —.Profesora Si, aquí tiene su cola.
—Ah —Si Fuqing la tomó, respondiendo perezosamente—. Eres observador; no te he entrenado en vano.
