A medida que se acercaban, más detalles se hacían claros. Wei Ruo podía ver que en el grupo había cinco personas, cuatro de ellas vestían ropa idéntica, y rodeaban a una quinta persona en el medio, bloqueándole el viento y despejando el camino a través de la nieve para él.
La persona en el medio estaba envuelta apretadamente, haciendo imposible para Wei Ruo discernir sus rasgos.
Sin embargo, Wei Ruo podía determinar que los cuatro escoltas eran hábiles. La nieve ya les llegaba hasta la altura de las rodillas. Aun así, podían limpiar eficientemente la espesa nieve acumulada y avanzar de manera ordenada.
Probablemente Lu Yuhong y sus compañeros también lo notaron, por lo que no se les ocurrió la idea de ofrecer ayuda.
Pronto, estas personas llegaron frente a la tienda de Wei Ruo.
—¡Todos, despejen esta tienda! —Un hombre al frente anunció bruscamente a todos.
Nadie se movió, todos ellos permanecieron sentados donde estaban, solo observando.